El Papa León XIV y el Patriarca Bartolomé I protagonizan la Divina Liturgia en Estambul en un nuevo episodio de comunión entre iglesias

En este primer domingo de adviento se celebra también la festividad de San Andrés, el apóstol considerado por los ortodoxos como padre de su Iglesia, igual que San Pedro, su hermano menor, es considerado padre de la Iglesia católica. En un día tan importante, el Papa ha participado junto a Bartolomé I en la Divina Liturgia, equivalente a la Santa Misa para los ortodoxos. Ha sido su último acto antes de embarcar rumbo a Líbano, su segunda parada en este Viaje Apostólico y donde la motivación pastoral será más importante que en Turquía, ya que un tercio de la población del Líbano es cristiana.

El ecumenismo, clave en turquía

Desde el evento central de conmemoración de los 1700 años del Concilio de Nicea, el ecumenismo ha sido un pilar del viaje del Papa, especialmente la comunión con la Iglesia ortodoxa que tiene sus raíces en Turquía y en la antigua Constantinopla. En esa Catedral Patriarcal de San Jorge, epicentro del Patriarcado Ecuménico Ortodoxo, el Papa se ha querido dirigir a todos los cristianos: "Ha habido muchos malentendidos e incluso conflictos entre cristianos de distintas Iglesias en el pasado, y aún sigue habiendo obstáculos que nos impiden estar en plena comunión, pero no debemos retroceder en el compromiso por la unidad y no podemos dejar de considerarnos hermanos y hermanas en Cristo y de amarnos como tales”.

El camino ecuménico entre ortodoxos y católicos después de la separación hace casi un milenio, se podria decir que fue iniciado por Pablo VI y el Concilio Vaticano II, después, sus sucesores se han comprometido con ese camino de unidad, al igual que lo han hecho los distintos patriarcas de la Iglesia oriental. Hoy, ese acercamiento, esa consideración mutua de comunión y fraternidad, vuelve a quedar de manifiesto con estos días que el Papa León XIV ha pasado en Turquía. El ecumenismo será una parte central del papado de León XIV, lo sabemos prácticamente desde su primer día, pero lo ha confirmado con este Viaje Apostólico que, además, hereda directamente de Francisco.

Una mirada al líbano

El Papa, en su discurso, ya ha dirigido su mirada a su siguiente destino, al Líbano, allí, la clave será hablar de paz y de un conflicto que, aunque adormecido por una tregua muy poco respetada, sigue activo y sigue generando miseria y tragedia. El Líbano es un país que, por su posición en la región, ha sido víctima de las consecuencias de más de un siglo de guerra en sus fronteras, además de la destructiva guerra civil de finales de siglo que arrasó la economía del país y su sociedad. Los cristianos han pasado de ser mayoría a ser minoría, puesto que muchos, con contactos en el extranjero, decidieron hacer las maletas y huir de un país en el que la vida es cada vez más complicada. El Papa ha hablado del gran desafío de construir la paz:  "La paz se implora con la oración, con la penitencia, con la contemplación, con esa relación viva con el Señor que nos ayuda a discernir las palabras, los gestos y las acciones que debemos emprender, para que estén verdaderamente al servicio de la paz."