León XIV alerta que millones de personas han perdido la esperanza en la vida: "Se ha convertido en una amenaza"
El Pontífice denuncia una “enfermedad difundida” hacia la existencia, alimentada por vidas marcadas por el dolor, la incertidumbre y la falta de sentido, e insta a recuperar la esperanza como fuerza que sostiene el camino

Madrid - Publicado el - Actualizado
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En la audiencia general, el Papa León XIV ha lanzado un diagnóstico contundente sobre el estado espiritual de la sociedad contemporánea: "En el mundo hay una enfermedad difundida: la falta de confianza en la vida". El Pontífice ha descrito cómo millones de personas viven bajo una resignación fatalista, percibiendo la existencia ya no como un regalo, sino como "una incógnita, casi una amenaza de la cual preservarse para no desilusionarnos".
"La vida corre el riesgo de no representar más una posibilidad recibida como don", ha advertido el Santo Padre, quien ha subrayado que esta desconfianza generalizada amenaza los cimientos mismos de la sociedad. El Papa ha recordado que la vida humana tiene una especificidad extraordinaria: nos es ofrecida gratuitamente, sin que la hayamos pedido o elegido, y debemos experimentarla en su misterio desde el primer hasta el último día. Esta existencia, ha enfatizado, requiere un cuidado constante que la mantenga dinámica, la custodie y la relance.
Durante su catequesis, León XIV ha profundizado en las preguntas fundamentales que brotan como un río en crecida del corazón humano: ¿quiénes somos?, ¿de dónde venimos?, ¿a dónde vamos?, ¿cuál es el sentido final de este viaje? El Pontífice ha explicado que vivir invoca un sentido, una dirección y una esperanza, actuando esta última como el impulso profundo que nos permite caminar en las dificultades y no rendirnos. Sin esperanza, ha advertido con dureza, la vida se convertiría en "un paréntesis entre dos noches eternas, una breve pausa" sin significado alguno.

Viaje a Turquía y Líbano para conmemorar los 1700 años del Concilio de Nicea
El Papa ha hablado sobre su viaje a Turquía y posteriormente al Líbano, dónde visitará a los pueblos de esos países "ricos en historia y espiritualidad". El viaje será también una ocasión especial para conmemorar los 1700 años del primer Concilio Ecuménico celebrado en Nicea, un acontecimiento fundamental para la cristiandad.
Durante su estancia, León XIV se encontrará con la comunidad católica, los hermanos cristianos y representantes de otras religiones, en un gesto de diálogo interreligioso en una región marcada por tensiones. El Pontífice ha pedido a los fieles que le acompañen con sus oraciones durante este viaje apostólico.

Jesús como modelo de quien devuelve la confianza en vivir
El Papa ha destacado cómo en el Evangelio Jesús confirma constantemente su premura por curar a los enfermos, resanar cuerpos y espíritus heridos, y devolver la vida a los muertos. De esta manera, el Hijo encarnado revela al Padre como "el amante de la vida", restituyendo dignidad a los pecadores, acordando el perdón y acogiendo especialmente a los desesperados, excluidos y alejados.
"Generado del Padre, Cristo es la vida y ha generado vida sin ahorrarse hasta donarnos la suya", ha explicado León XIV, invitando a los fieles a convertirse en generadores de vida. El Pontífice ha recordado que generar significa poner vida en otro, una misión confiada por Dios al hombre y la mujer, creados a su imagen y llamados a generar "por amor y en el amor" en una admirable sinfonía de la creación.

Del fratricidio antiguo a las violencias contemporáneas
El Santo Padre ha abordado el drama bíblico de Caín y Abel, explicando cómo los celos, la envidia y la percepción del hermano como amenaza llevaron al primer fratricidio. Esta lógica destructiva, ha denunciado, persiste en la actualidad cuando la humanidad obedece al instinto ciego de la violencia en las guerras, discriminaciones, racismo y múltiples formas de esclavitud que asolan el mundo.
León XIV ha explicado que generar vida en el contexto actual significa comprometerse con una economía solidaria, buscar el bien común, cuidar la creación y apoyar a las familias que "fatigan en sostener lo oneroso del cotidiano, siendo a menudo truncadas en sus proyectos y en sus sueños". El Papa ha concluido proclamando que la Resurrección de Jesucristo es la fuerza que sostiene este desafío: "Cuando la vida parece haberse apagado, el Señor Resucitado pasa de nuevo y camina con nosotros. Él es nuestra esperanza".





