"Habemus Papam"!: los cardenales eligen al nuevo Pontífice en la cuarta votación del cónclave
Pocos minutos después de las 18h en la chimenea, ante cientos de personas que se congregaban en la Plaza de San Pedro del Vaticano, ha empezado a salir la humareda blanca durante varios minutos para que no hubiese lugar a dudas

Pilar García Muñiz cuenta en COPE que la Iglesia ya tiene un nuevo Pontífice: 'Habemus Papam'
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Los 133 cardenales que participan en el cónclave encerrados en la Capilla Sixtina vaticana han elegido este jueves un nuevo papa y lo han anunciado al mundo con la tradicional humareda o fumata blanca desde la chimenea.
Pocos minutos después de las 18h la chimenea, ante cientos de personas que se congregaban en la Plaza de San Pedro del Vaticano, ha empezado a salir la humareda blanca durante varios minutos para que no hubiese lugar a dudas.

Los cardenales se reúnen para elegir un nuevo Papa en la Capilla Sixtina de la Ciudad del Vaticano.
el nuevo papa de la iglesia sale elegido en la cuarta votación al igual que benedicto xvi
Se produce por tanto en la cuarta votación,al igual que ocurrió con la elección de Benedicto XVI, tras la fumata negra del miércoles por la tarde y las dos votaciones matinales.
Tras la fumata blanca, el nuevo Pontífice tiene que elegir el nombre papal con el que será conocido durante todo su ministerio. Esta elección, aunque libre, suele responder a motivaciones espirituales, teológicas o de homenaje. Ejemplos recientes como Francisco, elegido en honor a San Francisco de Asís, o Benedicto XVI, que quiso subrayar la importancia de la fe y la razón, muestran cómo este gesto inicial proyecta ya una dirección para el nuevo papado.
'lA SALA DE LAS LÁGRIMAS' , LA HABITACIÓN QUE PRECEDE A LA SALIDA AL BALCÓN DE SAN PEDRO
Más tarde, ya en la llamada 'Sala de las Lágrimas', el nuevo Papa se reviste con los hábitos pontificios, incluidos el palio, la mitra y el tradicional anillo del Pescador, símbolo del poder espiritual conferido por Cristo a Pedro y sus sucesores. Es un momento de recogimiento, donde muchos Papas se han emocionado o incluso han derramado lágrimas, conscientes de la magnitud de la misión que comienzan.
Con los hábitos ya puestos, el nuevo Sumo Pontífice regresa a la Capilla Sixtina. Los cardenales electores se arrodillan uno a uno ante él, reconociendo públicamente su autoridad espiritual. Este acto, aunque interno, cierra simbólicamente el cónclave.