Nuevo mazazo para la Iglesia de Nigeria tras el secuestro de un sacerdote: "Oremos por su liberación"
El P. Joseph Ajayi, perteneciente a la diócesis de Ondo, fue secuestrado en la carretera Akure-Ikere el lunes 6 de diciembre. Nigeria es uno de los países más inseguros de África
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Nuevo mazazo para la Iglesia de Nigeria, tras conocerse el secuestro del sacerdote Joseph Ajayi, tal y como ha confirmado el secretario de la diócesis de Ondo.
“El P. Joseph Ajayi, sacerdote de la diócesis católica de Ondo fue secuestrado a lo largo de la carretera Akure-Ikere el lunes 6 de diciembre de 2021. Pedimos sus oraciones especialmente por la liberación segura de nuestro hermano”, indicó el presbítero en un comunicado.
El secretario informó además que el automóvil que conducía el sacerdote secuestrado aún no se ha encontrado para conocer el lugar exacto donde se produjo el rapto. Lo que sí se ha podido saber, tal y como ha expresado el hermano salesiano Samuel Job, también perteneciente a la diócesis de Ondo, es que los secuestradores se han puesto en contacto con ellos para demandar un rescate.
Las exigencias de los secuestradores para liberar al Padre Joseph Ajayi no se han dado a conocer por motivos de seguridad: “No queremos aumentar las especulaciones en las redes sociales para darles una ventaja a los supuestos secuestradores”, ha manifestado Job.
Nigeria es uno de los países más inseguros del Continente africano desde el año 2009, cuando la insurgencia del grupo terrorista musulmán Boko Haram inició ataques selectivos con el objetivo de convertir a la nación en un Estado islámico.
En Occidente, por desgracia, este tipo de noticias no sorprenden, máxime si recordamos manifestaciones como las realizadas este jueves, 9 de diciembre, por el director de Ayuda a la Iglesia Necesitada en España, Javier Menéndez Ros, en la que indicaba que en el 42% de los estados africanos no se respeta la libertad religiosa.
Asimismo, recalcaba, durante la presentación de la campaña de ACN para esta Navidad, que el yihadismo avanza “de forma terrible” en muchos países de África. “Nos duele profundamente la falta de sensibilidad de Occidente ante tantísima necesidad y el aumento imparable del yihadismo en distintas partes del Continente”, apuntaba.
