Los centros de educación especial arrancan el curso 'amenazados' por la LOMLOE: "Tenemos muchas carencias"

Hace más de medio siglo, la congregación de las Hermanas de la Compasión crearon el centro de educación especial 'María Corredentora'. Hoy tiene matriculado a 305 alumnos

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Ha arrancado el curso escolar 2021/2022, el tercero en el marco de la pandemia. También han arrancado en los centros de educación especial que funcionan en nuestro país. Es el caso del CEE María Corredentora, ubicado en la calle Luis de la Mata de Madrid, que fue fundado hace más de medio siglo por la congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de la Compasión,cuando en España apenas existían centros de estas características, como recuerda la directora del colegio en declaraciones a Aleluya, Isabel Alonso.

Es un colegio concertado que pertenece a esta congregación que apostó por la educación de las personas con discapacidad intelectual. Fueron grandes visionarias”, afirma.

Tras un año duro como el anterior, marcado por la covid-19, Alonso asegura que en este curso están avalados por la experiencia y por la vacunación tanto del personal docente y de buena parte de los 305 alumnos matriculados en María Corredentora de entre tres y 21 años: “El año pasado todo era incertidumbre por las restricciones nuevas que debíamos afrontar. Este año será más fácil”, apunta.

Lo que no es tan fácil es gestionar con unos cien profesionales una atención personalizada para satisfacer las necesidades de cada alumno. Si la falta de personal es un mal endémico en la Educación, el problema se duplica en los centros especiales, como reconoce la directora: “El porcentaje es de un profesor por cada tres alumnos".

“Es complicado gestionarlo, pero es necesario. Tenemos fisioterapia, natación, aula de estimulación sensorial, logopedia, psicólogos… Es decir, es mucho personal el que hace falta, porque es un trabajo multidisciplinar”.

Pese a que asegura que la Comunidad de Madrid ha cumplido con la ayuda de materiales higiénicos para prevenir contagios, las deficiencias siguen un año más: “A nivel global tenemos carencias porque tenemos profesionales de diferentes servicios no reconocidos como Educación Física, Música, fisioterapeutas... El colegio consigue ese personal con recursos económicos, pero tienen que ser reconocidos a nivel administrativo. Seguimos con carencias y queda mucho por hacer, porque la ley de educación especial es del año 1990 y debe ser reformada porque hay mucho por mejorar”, subraya.

Asimismo, Isabel Alonso ha mostrado su preocupación por la intención del Gobierno Central, amparado por la entrada en vigor de la LOMLOE, de ir trasladando a estos alumnos a centros escolares ordinarios con apoyos: “Esta será la tendencia, lo que nos preocupa y seguimos discrepando”.

Y es que como ha remarcado, las familias que buscan estos centros especiales para sus hijos lo hacen porque creen que es donde se dará respuesta a las necesidades de los chicos: “Si tiene problemas de movilidad, de lenguaje o quiere que a nivel cognitivo esté con ocho niños en el aula y no con 25 y un personal formado, nos buscan. Ellos valoran ese conjunto de necesidades que tiene su hijo, ven los recursos de los centros y abogan por la modalidad de la educación especial porque creen que su hijo lo necesita y creen que es lo que mejor atenderá sus necesidades”.

Como ha apuntado, centros como el de María Corredentora son “centros de alto rendimiento para personas con discapacidad que se diferencia del resto en que no hay un currículum cerrado donde cada alumno tiene que alcanzar determinados objetivos, sino que lo programamos en función de las necesidades de los alumnos. Tenemos una parte importante de la jornada lectiva en la que trabajamos programas específicos para potenciar la autonomía e independencia de las personas para que tenga una vida plenamente inclusiva a nivel social y laboral siempre que sea posible”, ha explicado en Aleluya.

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