La Santa Sede y China prorrogan otros dos años el Acuerdo Provisional sobre el nombramiento de obispos
Roma dice que está dispuesta a continuar «el diálogo respetuoso y constructivo» de cara a «un mayor desarrollo de las relaciones bilaterales»

La Santa Sede y China prorrogan otros dos años el Acuerdo Provisional sobre el nombramiento de obispos
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El Vaticano y China han acordado prorrogar por otros dos años el Acuerdo Provisional sobre el nombramiento de obispos. Así lo ha anunciado la Santa Sede este sábado 22 de octubre, día en que expiraba el vigente compromiso, mediante un escueto comunicado difundido en italiano, inglés y chino.
«La Santa Sede y la República Popular China, tras las oportunas consultas y evaluaciones, han acordado prorrogar por otros dos años la validez del Acuerdo provisional sobre el nombramiento de obispos, estipulado el 22 de septiembre de 2018 y renovado por primera vez el 22 de octubre de 2020», comienza la declaración vaticana, que a continuación añade: «La Parte vaticana está dispuesta a continuar el diálogo respetuoso y constructivo con la Parte china, para una aplicación fructífera del mencionado Acuerdo y un mayor desarrollo de las relaciones bilaterales, con vistas a promover la misión de la Iglesia católica y el bien del pueblo chino».
Solo para la elección de obispos
Como es sabido, el Acuerdo Provisional atañe únicamente a la designación de candidatos al ministerio episcopal. El Papa Francisco reconoció en julio de este mismo año que se está avanzando lentamente. Desde que está en vigor el convenio, cuyos términos no se han publicado, se han producido solo seis ordenaciones episcopales. La regularización de la situación de dos de esos obispos, además, Yao Shun, de la diócesis de Jining, y Xu Hongwei, de Hanzhong, se produjo incluso antes de la entrada en vigor del pacto.
Los críticos del Acuerdo, con el obispo emérito de Hong Kong, cardenal Zen, a la cabeza, denuncian que desde su firma ha empeorado la situación de las comunidades cristianas chinas. En 2020, con la anterior renovación, la Santa Sede reconoció que su aplicación distaba mucho de ser la ideal. «Hay que reconocer —se pudo leer entonces en L´Osservatore Romano— que todavía existen no pocas situaciones de gran sufrimiento. La Santa Sede es profundamente consciente de ello, lo tiene muy en cuenta y no deja de llamar la atención del gobierno chino para favorecer un ejercicio más fructífero de la libertad religiosa. El camino es todavía largo y no está exento de dificultades». Roma subrayó entonces que «por primera vez después de tantas décadas, todos los obispos de China están en comunión con Roma y, gracias a la aplicación del Acuerdo, no habrá más ordenaciones ilegítimas».
Cardenal Tagle: «La Santa Sede nunca habló del Acuerdo como la solución de todos los problemas»
El cardenal filipino Luis Antonio Tagle ha manifestado que desde el incio de este proceso «nadie ha manifestado triunfalismos ingenuos», y que «la Santa Sede nunca habló del Acuerdo como la solución a todos los problemas». En declaraciones recogidas por la agencia EFE, el presidente de Cáritas Internacional afirma que se trata de «un camino largo que puede ser difícil» y reconoce que Roma sabía que el acuerdo podría provocar «perplejidad» entre los católicos chinos que rechazan la supervisión del régimen comunista.
No obstante, recuerda también que no es la primera vez que las decisiones de un Papa requieren el beneplácito de las autoridades políticas. Y pone como ejemplo a su propio país, Filipinas, donde durante tiempo se aplicó el «Patronato Real», por el que la Iglesia era sometida al control de la Corona española.