¿Por qué la ONU ha decidido que el 4 de Febrero sea el Día Internacional de la Fraternidad Humana?

De esta manera, se recuerda la declaración conjunta a favor de la fraternidad firmada en Abu Dabi en 2019 por el Papa Francisco y el gran imán de la Universidad de Al-Azhar

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El jueves 4 de febrero se celebra, por primera vez en la historia, el Día Internacional de la Fraternidad Humana,establecido por la Asamblea General de Naciones Unidas en recuerdo de la declaración conjunta a favor de la fraternidad firmada en Abu Dabi en 2019 por el Papa Francisco y el gran imán de la Universidad de Al-Azhar, Ahmed al Tayyeb, referente religioso de 1.300 millones de musulmanes suníes.

El Papa Francisco participará en una reunión conjunta, en formato virtual en la que estará presente el príncipe heredero de Arabia Saudí, el líder espiritual de la institución más importante del islam suní, la Universidad de AL Azhar, el jeque Ahmed al Tayeb y el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres.

En Abu Dhabi, hace ahora 2 años, quedo sellado un encuentro sin precedentes, tanto por el país donde se realizaba, Emiratos Árabes Unidos, como por la trascendencia del acuerdo firmado. El Papa Francisco y el Gran Imán de la Universidad de Al-Azhar, Ahmed al Tayyeb, firmaron el documento de Fraternidad Humana y recibieron de forma simultánea el premio que lleva ese mismo nombre, establecido por los Emiratos Árabes Unidos para promover la fraternidad entre religiones.

En el documento se realiza un llamamiento para poner fin a las guerras y se condenan los flagelos del terrorismo y de la violencia, especialmente la que se camufla por motivos religiosos. También se subraya la obligación de velar por toda persona humana, dirigiendo un llamamiento especial a los líderes intelectuales y a los medios de comunicación para que promuevan la paz en estos momentos de peligro debido al “extremismo religioso y nacional”.

Un texto conjunto en el que se reclama la protección de los lugares de culto

Que este documento se firmara precisamente en Emiratos Árabes Unidos (EAU), donde conviven más de 200 nacionalidades diferentes, dio un impulso a que en los países musulmanes de su entorno se dé un paso adelante en pro de la tolerancia, garantizando la libertad de culto. El presidente del país, el califa Bin Zayed al-Nahyan decidió que 2019, el año de la firma del Documento, fuera declarado como Año de la Tolerancia.

El texto de este documento, rubicado en la Península Arábica, la tierra santa del islam, reclama el derecho a la libertad y a la “protección de los lugares de culto, templos, iglesias y mezquitas”, reafirmando el concepto de “ciudadanía” -en lugar de la religión- como base de los derechos, que deben extenderse plenamente a la mujer.

Nadie pone en duda que este documento representa un paso de gran importancia en el dialogo entre cristianos y musulmanes, y a su vez se convirtió en un potente signo de paz y de esperanza para el futuro de la humanidad.

Cuando el Papa Francisco habló en árabe

Era ya noche cerrada en Abu Dhabi cuando el Papa Francisco inició un discurso histórico ante setecientos líderes de casi todos los credos, que comenzó con el tradicional saludo en árabe “Salam Aleikun”, -la paz esté con vosotros-. La ceremonia tuvo lugar en el Monumento al fundador de la patria, un lugar lleno se simbolismo en este país.

El Pontífice insistió en que las religiones deben abordar “la tarea urgente de construir puentes entre los pueblos y las culturas”, puesto que “ha llegado el momento de que las religiones se empeñen más activamente, con valor y audacia, en ayudar a la familia humana a madurar la capacidad de reconciliación, de esperanza y de paz”.

Al Papa le escuchaba atentamente el Gran Imán de la Universidad de Al-Azhar, Ahmed al Tayyeb, quien además de ser el líder religioso de mil cien millones de musulmanes sunníes es, también, presidente del Consejo Musulmán de Ancianos, creado en los Emiratos para favorecer la paz entre los pueblos.

Durante el discurso Francisco recordó que en aquel momento se celebraba el octavo centenario del encuentro entre san Francisco de Asís y el sultán al-Malik al-Ka mil de Egipto. Y aprovechó para dejar claro que “no se puede honrar al Creador sin preservar el carácter sagrado de toda persona y de cada vida humana: todos son igualmente valiosos a los ojos de Dios”. Y añadió que “reconocer los mismos derechos a todo ser humano es glorificar el nombre de Dios en la tierra. Por lo tanto, en el nombre de Dios Creador, hay que condenar sin vacilación toda forma de violencia, porque usar el nombre de Dios para justificar el odio y la violencia contra el hermano es una grave profanación”.

Según el Santo Padre, las religiones tienen también la tarea de denunciar las condiciones injustas en la economía y promover “la desmilitarización del corazón”, pues «la carrera de armamentos, la extensión de zonas de influencia, las políticas agresivas, nunca traerán estabilidad.

La decisión de la Asamblea General de las Naciones Unidas

Cuando las Naciones Unidas celebraron su 75ª sesión, la propuesta de dedicar ese día a la Fraternidad Universal surgió de Arabia Saudí, Baréin, Burkina Faso, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Guinea Ecuatorial, Marruecos y Venezuela y tuvo tal aceptación, que fue aprobada sin ser sometida a votación.

Según el texto oficial, el día internacional podría empezar a celebrarse a partir de 2021: “Todos los estados miembros, las organizaciones relevantes de la estructura de la ONU, otras organizaciones internacionales y la sociedad civil están invitadas a «observar» esta fecha de la forma que consideren oportuna. También se les pide «promover más la cultura de la paz para ayudar a asegurar» esta «y el desarrollo sostenible», y movilizar los «esfuerzos de la comunidad internacional» a favor de «la tolerancia, la inclusión, la comprensión y la solidaridad”.

Esa resolución de las Naciones Unidas pretendía dar respuesta a una profunda preocupación por la proliferación de «actos que defienden el odio religioso y minan el espíritu de tolerancia y respeto a la diversidad».

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