El obispo de Djibouti sobre Somalia: "La Iglesia está cerca del pueblo y en diálogo con el nuevo gobierno"

Giorgio Bertin ha comentado el nuevo rumbo en el convulso país del Cuerno de África iniciado tras las elecciones presidenciales del pasado mes de mayo

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Por el momento el nuevo gobierno somalí está mostrando buena voluntad y parece que el proceso político está empezando a funcionar si tenemos en cuenta que la cámara baja el pasado sábado 6 de agosto dio luz verde por unanimidad al ejecutivo presentado por Hamza Abdi Barre, el nuevo Primer Ministro de Somalia”. El administrador apostólico de Mogadiscio y obispo de Djibouti, Giorgio Bertin, ha concedido una entrevista a la Agencia Fides en la que comenta el nuevo rumbo en este convulso país iniciado tras las elecciones presidenciales del pasado mes de mayo

Abordar el tema de la sequía

Ha indicado que “una de nuestras delegaciones, a la que se unió monseñor Camilleri, nuncio apostólico en Addis Abeba, estuvo cuatro días en Mogadiscio y pudimos encontrarnos con Adan Madobe, el nuevo presidente de la cámara, con quien hablamos de relaciones confesionales. El objetivo principal de la visita era abordar el gravísimo problema de la sequía, pero fue una oportunidad para reiniciar los lazos con las autoridades somalíes. Al igual que Cáritas Somalia, el sábado 6 de agosto hicimos una donación para un centro de salud que será gestionado por personal local”, explica el obispo.

En la agenda del nuevo ejecutivo hay muchos asuntos pendientes. Uno de los principales es la penetración constante de al-Shabab, el conocido grupo terrorista islámico, presente en el territorio desde hace mucho tiempo provocando grandes tensiones. “En los distintos encuentros que tuvimos con los políticos, nos pareció que había una buena voluntad de dialogar con todos, incluso con los opositores históricos de al-Shabab. El gobierno parece querer entablar un diálogo también con las distintas entidades estatales que forman parte de la República Federal. Uno de los problemas endémicos de Somalia ha sido la tensión entre la tendencia centrípeta de Mogadiscio y la centrífuga de la diversas entidades regionales. Ahora parece haber un diálogo más estructurado. La situación dramática por la hambruna, con la mitad de la población muriendo de hambre, exige una búsqueda efectiva de colaboración cuanto antes”.

Ayuda humanitaria

La Iglesia, siempre presente en Somalia y activa principalmente en el plano humanitario, está volcada con el camino emprendido de diálogo que podría abrir nuevos escenarios geopolíticos: “En el plano diplomático, - señala Bertin -, podemos decir que no estuvimos muy presentes; en el plano humanitario, sin embargo, la Iglesia siempre ha estado presente. El nuncio se mostró muy contento con los resultados de las reuniones. Por el momento, como es bien sabido, no hay relaciones diplomáticas, pero después de 30 años, por primera vez nos reunimos con representantes al más alto nivel”.

Deseo de tener derecho al culto

Por último indica que la relación con la Iglesia católica “es fundamental y esperamos que se nos conceda el derecho de culto. Sería un gran paso adelante. De hecho, este derecho no está garantizado porque, dada la inseguridad generalizada de los últimos años, no podemos reconstruir la catedral ni tener culto público. Dada la fragilidad del gobierno, podría ser un riesgo para el ejecutivo otorgar aperturas hacia la Iglesia que podrían juzgarse excesivas, al menos en esta etapa. Mientras tanto, seguiremos cerca del pueblo somalí”.

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