Niños becados por los misioneros dominicos en Republica Dominicana pierden todo tras la demolición de sus casas: "Cuatro noches bajo la lluvia"

Más de 60 hogares humildes fueron destruidos de madrugada sin previo aviso, dejando a las familias en situación de vulnerabilidad. Varios hombres armados llegaron con excavadoras

Ana Palacios de Elías

Madrid - Publicado el - Actualizado

1 min lectura

Durante la noche, y sin previo aviso, llegaron las excavadoras y se llevaron por delante hasta 60 casas de personas humildes del Seibo, en Republica Dominicana. Entre esas familias, hay 15 niños y niñas que están becados por los Misioneros Dominicos, y que con la destrucción de sus hogares lo han perdido todo. 

 “llevo cuatro noches durmiendo en una silla bajo la lluvia”  

Más de 60 hogares humildes fueron destruidos de madrugada sin previo aviso, dejando a las familias en situación de total vulnerabilidad. Varias excavadoras, acompañadas por hombres armados, llegaban de madrugada, y arrasaban los hogares en Villa Guerrero.

Entre las familias, hay 15 niños que forman parte de la misión de los dominicos. Niños que además de sus casas, han perdido uniformes y material escolar, impidiendo e imposibilitando su inicio del curso. El material escolar es caro, y es difícil acceder a el en la situación de vulnerabilidad de estos pequeños.

LOS MISIONEROS DOMINICOS ACOMPAÑAN A LOS AFECTADOS

Al pie del cañón, como siempre, continúan los misioneros dominicos, que acompañan a los afectados y tratan de denunciar esta gran injusticia.

Tras su llegada al país, el misionero dominico Fray Miguel Ángel Gullón y la periodista de COPE y voluntaria misionera Patricia Rosety se acercaron al barrio desalojado para acompañar a los afectados y recoger sus testimonios.

Los relatos de los afectados reflejan la magnitud de la tragedia. Una de las afectadas, Carmen recuerda que no tuvo tiempo de rescatar ni su estufa; Santos Mejías, derrotado habla de estar pasando por un trago muy amargo y además de un absoluta sorpresa, porque no se lo esperaban, y mucho menos de madrugada. Y otro de los vecinos,  León Obatizo nos cuenta que lleva “cuatro noches durmiendo en una silla bajo la lluvia”.

Tracking