Masacre contra cristianos en el Congo: al menos 43 muertos tras un ataque contra una iglesia en la localidad de Komanda
La Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en el país condena la matanza perpetrada por las milicias ADF, vinculadas al Estado Islámico, y refuerza su presencia para proteger a la población

Rebeldes del ADF atacaron fieles en plena misa nocturna
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Una tragedia desgarradora ha sacudido el corazón de Ituri, en el noreste de la República Democrática del Congo. Durante la noche del 26 al 27 de julio, al menos 43 personas inocentes, entre ellas mujeres y niños, fueron cruelmente asesinadas por miembros del grupo armado Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), en un acto de violencia que solo puede ser calificado como una manifestación del mal absoluto. El ataque incluyó incendios en viviendas y templos de oración, profanando espacios considerados sagrados por las comunidades.
Frente a esta oscura noche de dolor, la comunidad internacional y espiritual se une en oración por las almas de las víctimas, clamando justicia, consuelo y paz. La Misión de las Naciones Unidas en la RDC (MONUSCO) ha condenado este crimen atroz, recordando que la sangre de los inocentes clama desde la tierra, como en los tiempos de Abel.

Tiendas incendiadas en la ciudad de Komanda (Ituri) por las ADF durante un ataque
Ataque deliberado contra civiles indefensos
Muchos de los asesinados se encontraban refugiados en una iglesia, buscando amparo bajo el techo del Señor. Pero incluso allí, en medio del culto y la oración, fueron alcanzados por la violencia. La historia de la humanidad está marcada por el martirio de los inocentes, y estos hechos nos remiten a los tiempos más oscuros de la historia bíblica, donde la violencia se volvió contra los justos sin razón.
El asesinato de 43 personas —19 mujeres, 15 hombres y 9 menores— no solo es un crimen de guerra, sino una afrenta directa a la dignidad humana, creada a imagen y semejanza de Dios. La quema de hogares y comercios profundiza aún más el sufrimiento de un pueblo que clama por justicia y misericordia.
MONUSCO ha calificado el ataque como una atrocidad y recordó que las agresiones deliberadas contra civiles desarmados constituyen crímenes de guerra. La organización reiteró el llamado del Secretario General de la ONU a que todos los grupos armados extranjeros entreguen las armas sin condiciones y regresen a sus países de origen.
Refuerzo de la respuesta humanitaria y de seguridad
En coordinación con las autoridades locales, MONUSCO ha apoyado el traslado de heridos y los preparativos para los entierros. La misión también ha reforzado su presencia en Komanda con patrullajes más frecuentes para prevenir nuevos ataques y proteger a la población.
"El ataque a civiles, especialmente en lugares de culto, es una violación clara del derecho internacional humanitario", declaró Vivian van de Perre, Representante Especial Adjunta del Secretario General de la ONU. MONUSCO reafirmó su compromiso de trabajar con las autoridades congoleñas para reducir las tensiones, proteger a la población y contribuir a la estabilización duradera de Ituri.

Masacre en el Congo
El gobierno congoleño condena los hechos
De acuerdo con testimonios de habitantes de la zona, el ataque tuvo lugar hacia las 21:00 horas. El padre Aimé Lokana Dhego, responsable de la parroquia que fue blanco del asalto, declaró a la agencia AFP que entre las víctimas mortales se encontraban "al menos 31 integrantes del movimiento Cruzada Eucarística", mientras que otras seis personas resultaron gravemente heridas.
La agresión ha generado una enérgica reacción por parte del Gobierno de la República Democrática del Congo. Su portavoz, Patrick Muyaya, calificó el hecho en la red social X como un "atentado atroz contra comunidades indefensas".
Las Naciones Unidas han pedido a las autoridades de la República Democrática del Congo que lleven a cabo una investigación completa y transparente, con el objetivo de identificar y enjuiciar a los responsables del ataque.