Fallece a los 89 años el cardenal mexicano Javier Lozano Barragán, "servidor y amigo de tres papas"

El 20 de agosto de 1996, San Juan Pablo II le nombró Presidente del Consejo Pontificio para los Agentes Sanitarios

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En la mañana de este miércoles, 20 de abril, ha fallecido en Roma el cardenal Javier Lozano Barragán, Presidente emérito del Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud del Vaticano y arzobispo emérito de Zacatecas, México.

Con su fallecimiento, el Colegio Cardenalicio está formado por 210 cardenales, de los cuales 117 son electores y 93 no electores.



Nombrado obispo en la Basílica de la Virgen de Guadalupe

Lozano Barragán nació el 26 de enero de 1933 en Toluca y en la Basílica de la Virgen de Guadalupe recibió por primera vez a Jesús Sacramentado y en la misma Basílica fue ordenado obispo y aquí eligió celebrar su primera misa como cardenal. Doctorado en Teología Dogmática en la Pontificia Universidad Gregoriana y de 1973 a 1975 fue presidente de la Sociedad Teológica Mexicana. De 1977 a 1979 fue llamado a servir a la Iglesia en América Latina como Director del Instituto Teológico Pastoral del CELAM y participando en la Conferencia Episcopal de Puebla en 1979, se distinguió como teólogo.

De 1979 a 1984 ejerció su episcopado en la Archidiócesis de México y fue fundador de la Universidad Pontificia de México, funcionario académico de la Santa Sede y miembro del Consejo Superior de la misma Universidad de 1982 a 1985.



Obispo de la diócesis de Zacatecas de 1985 a 1997

Su participación en numerosos Sínodos de Obispos le proporcionó una gran experiencia, que pudo aplicar primero en su servicio episcopal en su Iglesia particular, y luego en la de la Curia Romana.

Fue obispo de la diócesis de Zacatecas de 1985 a 1997 y trabajó para dar un nuevo impulso y reorganizar la diócesis según las necesidades de los tiempos actuales. Mostró su afecto por la Iglesia diocesana llevando una activa vida pastoral y, sobre todo, promoviendo la renovación del clero, las estructuras diocesanas y el díálogo con la cultura.



Apoyó firmemente el reconocimiento jurídico de la Iglesia en México

En 1988 se convirtió en miembro del Consejo Pontificio para el Diálogo con los No Creyentes, que posteriormente se convirtió en el Consejo Pontificio de la Cultura. En 1989 fue miembro de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. En 1997 fue nombrado Consejero de la Comisión Pontificia para América Latina. En el CELAM, de 1986 a 1991 fue Presidente del Departamento de Educación y, de 1995 a 1997, Presidente del Departamento de Economía. En enero de 2000 se convirtió en miembro de la Congregación para los Obispos.

Como obispo en su propio país, tuvo que vivir momentos de frialdad entre el gobierno civil y los líderes de la Iglesia. Apoyó firmemente el reconocimiento jurídico de la Iglesia en México, que poco antes parecía impensable.



Su trabajo en la Curia Romana

El 20 de agosto de 1996, Juan Pablo II le nombró Presidente del Consejo Pontificio para los Agentes Sanitarios (para la pastoral de la salud). Ocupó este cargo en la Curia Romana desde enero de 1997, cuando recibió el título personal de arzobispo. Presidente emérito del Consejo Pontificio para los Agentes Sanitarios (para la Pastoral de la Salud) desde el 18 de abril de 2009.

Participó en el Cónclave de abril de 2005 que eligió al Papa Benedicto XVI. Creado y publicado Cardenal por San Juan Pablo II en el Consistorio del 21 de octubre de 2003, del Título de Santa Dorotea (hasta el 12 de junio de 2014, de la Diaconía de San Miguel Arcángel).




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