La desesperada situación de la deuda externa de los países pobres: "No pueden pagarla y se descuida el bienestar de la población"
La Iglesia alza la voz y pide, de nuevo, la condonación de la deuda a los países pobres y denuncia que su mala situación viene habitualmente de una estructura externa, más que de un mal gobierno

La Iglesia alza la voz contra las condiciones abusivas de la deuda externa de los países pobres
Madrid - Publicado el
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Las organizaciones católicas españolas piden la condonación de la deuda de los países pobres que no van a poder pagarla nunca. Lo van a abordar en la Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo de la ONU que se celebrará en Sevilla el día 30 de junio. La deuda externa asfixia a los países más pobres y les envuelve en un bucle infinito de préstamos e intereses que solo repercute en peores condiciones para la población.
Pedro José Gómez es profesor de economía de la Universidad Complutense y estará presente en Sevilla durante la Conferencia. Nos ha explicado en 'Ecclesia Al Día' la importancia de condonar la deuda a este tipo de países: "En primer lugar, no se puede dar el mismo trato a quien esta en condiciones desfavorables y, en segundo lugar, su mala situación no se debe tanto a una irresponsabilidad en la gestión, sino a factores estructurales externos sobre los que no tienen ningún control", asegura el profesor Pedro José Gómez.

Las deudas de algunos de los países más pobres del mundo
Estos países deben pagar intereses más altos por su insolvencia, es decir, que a un país como Sudán le cuesta mucho más dinero devolver sus préstamos que a otro como Alemania. Eso les lleva a tener muchos problemas para pagar, más aun teniendo en cuenta su debilidad financiera y estructural. "La consecuencia de no poder pagar nada es descuidar el bienestar de su población", añade Gómez.
La Iglesia, y viene de lejos, defiende la condonación de la deuda que, además es un símbolo de año jubilar. En el año 2002, ya se celebró la primera conferencia de este tipo gracias a la acción de la Iglesia entre otros agentes, la que se celebra en Sevilla será la cuarta, justamente en un año jubilar. En el Antiguo Testamento ya se hablaba de tres elementos cruciales en el año jubilar, "la liberación de los esclavos, la recuperación de tierras por parte de las familias más pobres que habían sido expoliadas y, precisamente, la condonación de deuda", concluye Pedro José.