Las conexiones con el cristianismo de los equipos y las estrellas de las Finales NBA: "Sólo Él me puede juzgar"
Las Finales de la NBA entre Indiana Pacers y Oklahoma City Thunder atraen las miradas de todo el mundo, el cristianismo tiene una gran influencia en los equipos y en los jugadores estrella

Momento en el que los aficionados y los dos equipos rezan unidos antes de empezar el primer partido de Las Finales
Madrid - Publicado el
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No hay duda, las Finales de la NBA son un evento de masas y, cada vez más, con espectadores en todo el mundo. En España, en concreto, es una competición que atrae a un gran número de personas, a pesar de la diferencia horaria, la mayoría de partidos se juegan de madrugada. En este caso, se enfrentan Oklahoma City Thunder e Indiana Pacers. Los espectadores disfrutan de las canastas, los triples, las jugadas increíbles, pero lo que no saben muchos es el papel tan destacado que tiene la religión en ambos equipos y en algunas de las superestrellas que están luchando por el título.

Líder religioso rezando durante la previa de un partido de Oklahoma City Thunder
lA TRADICIONAL ORACIÓN PREPARTIDO EN OKLAHOMA
Cualquiera que siga el deporte norteamericano lo sabrá, pero para los que no son aficionados, cada vez que se juega un partido, antes de nada, ambos equipos se unen en el centro de la pista, para cantar el himno estadounidense junto a los aficionados. Es algo que todos los equipos, en todos los deportes hacen de manera casi obligada. A esta tradición, Oklahoma City Thunder ha añadido otro acto de comunión que es único en el país. Antes de cantar el himno, un líder religioso de la región, coge el micrófono y dirige una oración que, jugadores y aficionados rezan en conjunto.
La realidad es que Oklahoma es un estado muy religioso, 7 de cada diez de sus habitantes consideran sus creencias cristianas como fundamentales o importantes en su vida diaria. Esta tradición, de hecho, está más conectada a la ciudad que al equipo, que antes de desplazarse a Oklahoma City eran los históricos Seattle Supersonics. La tradición no existía en Seattle y se implementó una vez se hubo llevado a cabo el traslado en 2008. Aun así, viene de antes...

Foto cenital de la cancha de los Hornets cuando se desplazaron a Oklahoma City por los efectos del Katrina
En el año 2005 el Huracán Katrina arrasó la ciudad de Nueva Orleans. Más de mil personas fallecieron y, las lluvias fueron tan intensas que los diques de contención de la ciudad fallaron y una riada inundó y destrozó todo. Los daños fueron tales, que mucha gente tuvo que vivir fuera de sus casas durante dos años. Fue el caso del equipo de la NBA de la ciudad, los New Orleans Hornets, por aquel entonces, que se desplazaron a Oklahoma City para jugar sus partidos durante dos temporadas. Allí, se instauró esa tradición del rezo previo al partido en honor de las víctimas y de los destrozos de la ciudad de origen. Una vez Oklahoma tuvo su equipo propio, decidieron continuar con esa tradición tan bonita que, no solo tiene significado espiritual, sino también de comunión entre los vecinos de la ciudad y de todo el estado.
La Biblia de Tyrese Haliburton
Muchos equipos de la NBA ponen a disposición de sus empleados, jugadores y cuerpo técnico incluidos, una capilla donde rezar o incluso asistir a misa antes de los partidos. Si uno va a la que ponen los Indiana Pacers, seguro que se encontrará dentro a la estrella del equipo, Tyrese Haliburton. El jugador norteamericano es un auténtico espectáculo sobre la pista, este año ha sido la clave de su equipo para llegar hasta las Finales, a tres partidos de llegar a la Final, Haliburton no duda cada vez que le preguntan: "no puedo vivir sin la Biblia".
La estrella de los Pacers y de la selección estadounidense ha asegurado que su ritual prepartido incluye pasar por la capilla, en su carrera ha encontrado a algún compañero que le acompañaba, pero ahora lo hace solo. Además, la Biblia le sirve para relajarse, para encontrar un estado espiritual que le ayuda a soportar la presión y las críticas a las que se expone cualquier jugador de élite: "Sé que solo Él puede juzgarme", dice el escolta del equipo de Indiana, que es especialmente fiable en los últimos minutos con canastas prácticamente "milagrosas", como se dice en el argot.