Ventajas y riesgos de incorporar el universo digital a la oración: “Los sacramentos necesitan presencialidad"

El Padre Julián Lozano, de la diócesis de Getafe, valora en ECCLESIA los medios digitales para acceder a la oración, pero alerta que "no debe alejarnos de los lugares sagrados"

Alejandra Quintero

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Dios está en todas partes, y últimamente parece que nuestro móvil también. El uso del famoso "smartphone" se ha popularizado hasta llegar a extremos insospechados. Con la aparición de nuevas aplicaciones y páginas de oración, se ha puesto en marcha la digitalización de la Iglesia española.

Además de la acción de las diócesis y espacios religiosos, la comunidad de fieles sigue creciendo en un nuevo espacio: Internet. El sacerdote y delegado de Medios de la diócesis de Getafe, Julián Lozano ha expuesto en ECCLESIA su punto de vida acerca de este nuevo vínculo entre tecnologías y evangelización.

Por un lado ha asegurado que el vivir acompañados de un dispositivo móvil ya es una realidad y en este sentido, asegura que “todas las herramientas que posibiliten un acercamiento a la palabra de Dios, o la meditación sobre la palabra o la vida de los santos son un bien”, ha defendido. Sin embargo, Lozano ha expresado su preocupación frente al peligro que existe en que la oración pase de ser un momento exclusivo con el Señor a ser una actividad momentánea en nuestros momentos libres.

Visitar al santísimo de manera presencial

Por ello, Julián Lozano ha recomendado seguir visitando al santísimo de manera presencial. “La digitalización de la oración es un bien pero que no debe alejarnos de los lugares sagrados para poder tener al frente del Señor una oración exclusiva solo con Él” . Y es que, como ha recordado, el sacerdote, “los sacramentos necesitan de la presencialidad. Uno no puede ser bautizado, comulgado o confesado a distancia”. A diferencia de la oración, que sí se puede ejercer en cualquier lugar, los sacramentos no se pueden celebrar de cualquier manera, ha apuntado el religioso.

La juventud ha sabido incorporar la vida religiosa a un mundo digitalizado pero, a pesar de que los nuevos sacerdotes también tengan integrado el uso de las nuevas tecnologías, Lozano percibe en ellos “un cansancio por la saturación que implica hoy en día el uso de Internet”. A su juicio, “necesitamos desconectar para tener una sana conexión con las personas que están a nuestro alrededor”.

Y es que esa “sana conexión”, considera el delegado de medios de la diócesis de Getafe, muchas veces se cree establecer a través de comunidades en línea. Lozano, consciente de que ahora existe una gran comunidad de fieles que difunden cadenas de oración, ha pedido que no se pierda lo primigenio que es ponerse delante del Señor. “No nos quedemos confiando en que alguien más rece lo que publicamos en un post”, ha pedido.

El religioso también ha hecho hincapié en que la digitalización y la presencialidad de la actividad de la Iglesia “no debe ser excluyente” sino más bien tener una relación que ayude a mantener y potenciar los vínculos. No podemos perder de vista que todo parte de una celebración presencial sino viviremos plenamente en la nube de lo tecnológico y perderemos la imagen de lo que es un pueblo y una comunidad que reza”, ha remarcado.

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