Los religiosos reclaman el final de la hambruna y la entrada de ayuda humanitaria en Gaza: "Cuidar al más débil y defender la vida"
En un comunicado, CONFER exige el cese inmediato de las bombas y que se lleven a cabo acciones que provoquen hambre, destrucción y muerte de civiles inocentes, además de apelar al respeto de los derechos humanos

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La Confederación Española de Religiosos (CONFER) ha reclamado el final de la hambruna y la entrada de ayuda humanitaria en Gaza, ante “el genocidio” que vive la población de la Franja.
“Los consagrados y consagradas de España elevamos nuestra voz para exigir el cese inmediato de acciones que provoquen hambre, destrucción y muerte de civiles inocentes, y demandar el acceso sin restricciones de la ayuda humanitaria”, se puede leer en el comunicado.
CONFER lamenta que las informaciones y testimonios que llegan desde Gaza describen escenas de hambruna, colapso sanitario, desplazamiento masivo y víctimas entre bebés, niños y niñas, mujeres embarazadas, ancianos y personas vulnerables. “Ante esa realidad, el deber moral y humanitario es claro: proteger la vida, garantizar la asistencia urgente y respetar el Derecho Internacional Humanitario”, subraya.
En el comunicado, los religiosos denuncian las restricciones que impiden la llegada de alimentos, medicinas y combustible, y condena los ataques indiscriminados que han causado destrucción, muertes y mutilaciones entre la población civil. “Pedimos a las autoridades competentes que actúen con determinación para abrir corredores humanitarios seguros y garantizar la protección de periodistas, personal sanitario, cooperantes y población civil”, reclama.
"cuidar al más débil y defender la vida"
En este sentido, CONFER remarca que no se trata de tomar “postura partidista”, sino de recordar la obligación humana de “cuidar al más débil y defender la vida”.
Además, CONFER exige en la nota de prensa que se permita “de inmediato” la entrada de toda la ayuda humanitaria necesaria “para evitar muertes por inanición y colapso sanitario”; el cese de los bombardeos sobre zonas civiles y “la protección de instalaciones sanitarias, religiosas y de refugiados”; respetar el Derecho Internacional Humanitario y de los derechos humanos y que la comunidad internacional “redoble sus esfuerzos diplomáticos y humanitarios para poner fin al sufrimiento y avanzar hacia soluciones justas y duraderas”.