Omella alerta que la pandemia acentúa la desigualdad y advierte a los políticos: “Es necesaria la unidad”

En su discurso inaugural de la Asamblea Plenaria, el presidente de la CEE reclama un reparto justo de las vacunas y pide reformas que palien la pobreza

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El presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Juan José Omella, ha tenido un recuerdo emocionado para las víctimas mortales de la covid-19 a lo largo de este duro año de pandemia. El Arzobispo de Barcelona, durante su discurso inaugural de la Asamblea Plenaria que comienza este lunes, ha recordado que este virus “sigue constituyendo una amenaza para la salud de todos, nos ha obligado a vivir bajo el régimen del temor, de la incertidumbre, de la desconfianza, de la sospecha, que ha socavado el tejido vivo de la sociedad a todos los niveles”.

Pese a todo, apunta el cardenal, parece que se ve la luz al final de túnel con la llegada de las vacunas, aunque el presidente del episcopado remarca la necesidad de que el reparto de vacunas sea igual para toda la humanidad, y no “una propiedad privada de unos pocos, sin hacer diferencias entre países ricos y pobres”.

Para el presidente de la CEE, la pandemia nos ha recordado que no somos seres aislados, por lo que nada volverá a ser lo mismo tras este oscuro tiempo: “Vamos a encontrar un mundo herido por la crisis económica que ha provocado. Lamentablemente, la pandemia ha acentuado los efectos de la crisis económica del 2008 y ha sacado a la luz pública muchas de las heridas que no habían cicatrizado”, señala.



En este punto, ha recordado durante su discurso que en España el paro ha aumentado en este tiempo, afectando ya a casi cuatro millones de parados sin contar los ERTE. No obstante, el presidente de la CEE asegura que esta crisis ha afectado a los 8,5 millones de personas que ya se encontraban excluidos socialmente, antes de la pandemia: “Según el VIII Informe FOESSA, estas personas han visto agravada su situación. Como siempre, quienes sufren más las crisis son los más desfavorecidos, los que tienen menos oportunidades para acceder a los servicios básicos. Entre ellos, sobre todo, los refugiados, los migrantes en situación irregular, las víctimas de la trata de personas, que la pandemia ha invisibilizado”.

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El cardenal Omella, a la clase política: "Es el momento de reformas sin intereses electorales"

Así las cosas, el cardenal Juan José Omella ha lamentado que en España la desigualdad social sea una lacra crónica, siendo necesaria la unidad política para hacerla frente, sin populismos ni “disputas inertes”: “Ahora es el momento para la verdadera política, que sume a todas las partes y que trabaje para el bien común de toda la sociedad y el fortalecimiento y credibilidad de las instituciones en las que se asienta nuestro sistema democrático. Para ello serán necesarias reformas estructurales que superen el vaivén de intereses electorales cortoplacistas”.

Asimismo, el Arzobispo de Barcelona ha reivindicado el papel de la Iglesia y de Cáritas en este tiempo de pandemia, “atenta a todas estas necesidades y está respondiendo, dentro de sus posibilidades, de la mejor forma posible. Como no puede ser de otra manera, está llevado a cabo un trabajo en red, en colaboración con otros grupos eclesiales, con entidades civiles y de la administración pública, incluso con organismos internacionales”, ha precisado.

En este contexto, Omella ha recurrido a las palabras del Papa Francisco: “La peor discriminación que sufren los pobres es la falta de atención espiritual. Todos necesitamos a Dios y no podemos dejar de ofrecerlo en esta situación de prueba y de dificultad. Dios no está lejos de los que sufren y de los que fallecen. Y la Iglesia tiene la misión de llevar esta presencia del Señor, que vino a cargar con nuestros dolores, a morir con nosotros para que nosotros resucitemos con Él”.

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