El obispo de Tui-Vigo lamenta la tragedia marinera en Portosín donde fallecieron dos marineros

Sobre la 14:00 horas del día de ayer, jueves 17 de junio, el cerquero de Portosín "Sempre Güeto volcó con diez tripulantes cuando regresaban de faenar en la costa del Cantábrico

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Mon. Luis Quinteiro Fiuza, obispo de Tuy-Vigo promotor de "Stella maris" (Apostolado del Mar) y miembro de la Subcomisión Episcopal para las Migraciones y la Movilidad humana, ha enviado un mensaje ante la tragedia marinera en Portosin, A Coruña.

Dos tripulantes del buque cerquero “Sempre Güeto”, con base en Portosín, fallecieron este jueves, 17 de junio, tras zozobrar y quedar con la quilla al sol el pesquero en el que viajaban en las proximidades de Punta Candieira, en Cedeira. El trágico suceso se produjo sobre las 13,30 horas supuestamente a consecuencia de un golpe de mar.

Uno de los fallecidos fue rescatado con vida por el buque "Sempre Urbegui" pero herido de gravedad, siendo izado y trasladado hasta la ciudad de A Coruña por el helicóptero "Helimer 402", en donde falleció. El otro fue localizado sin vida sobre las 17,00 horas en el mar por uno de los barcos que participó en las tareas de rescate y trasladado por mar hasta Cedeira.

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Foto de archivo del cerquero Sempre Güeto- FOTO: Jose R. Montero

El mensaje del obispo

Nuevamente la tragedia ha afectado a la gente marinera. Sobre la 14:00 horas del día de ayer, jueves 17 de noviembre, el cerquero de Portosín «Sempre Güeto” volcó con diez tripulantes a bordo a 2,2 millas de San Andrés de Teixido, cerca de Cedeira, A Coruña, cuando regresaban de faenar en la costa del Cantábrico, ocho marineros fueron rescatados con vida y otros dos perecieron en el naufragio.

Encomendamos hoy a la gran misericordia del buen Padre Dios las vidas de estos hijos que han pagado con su vida el duro ejercicio de la noble profesión de las gentes de la mar en estos tiempos de crisis.



Portosín canta todos los años en la fiesta de la Virgen del Carmen, en memoria de todos los marineros náufragos la «Salve Mariñeira» para pedirle a la Virgen su protección. Y a continuación, los barcos, decorados, salen en procesión por la ría tras el barco que tiene el honor de encabezar cada año la imagen de la Virgen del Carmen. Este año, con la «Salve Mariñeira» encomendaremos de nuevo a estos dos marineros fallecidos.

Una vez más pedimos para sus familias la máxima protección social posible a la vez que recordamos a toda la sociedad la dureza del trabajo de los hombres del Mar, con jornadas largas y difíciles, siempre con la incertidumbre del tiempo, siempre con la angustia de “los golpes del mar”.

Contad con la oración de todo el Apostolado del Mar, con la de sus responsables y con la de toda la Iglesia.


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