Luis Argüello: “Ante el laicismo, los cristianos están llamados a un compromiso público coherente con su fe”

El secretario general de la Conferencia Episcopal explica en la Universidad de Navarra algunos desafíos y oportunidades que tienen los católicos en nuestro tiempo

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“Ante el laicismo, los cristianos están llamados a un compromiso público coherente con su fe”. Así lo explicó en la Universidad de NavarraLuis Argüello, secretario general de la Conferencia Episcopal y obispo auxiliar de Valladolid, quien participó en una conferencia con motivo de la celebración de Santo Tomás de Aquino.

En su intervención hizo, en primer lugar, una aproximación al significado de la laicidad señalando que "el Estado puede ser laico, pero la sociedad, en cambio, no lo es. El laicismo aspira a dominar el territorio de la sociedad”.

Se refirió así a la trama de relaciones económicas, políticas, culturales, de grandes corporaciones y de medios de comunicación social como los poderes de la sociedad. Y de ellos recordó la insistencia que ejercen para imponer la condición laica a los ciudadanos.

Transformación del sentido común moral

Asimismo, destacó que en la sociedad ha habido una transformación del sentido común moral y, por tanto, no hay un referente: “Si no hay verdad como patrimonio universal, ni un criterio para distinguir el bien del mal, todo está permitido. Cuando falta la gramática común de lo humano, cuando todo puede significar cualquier cosa, el poder se encarga de repartir significado”.

Enumeró, finalmente, algunos desafíos y oportunidades que la situación actual presenta a los cristianos, llamados a implicarse activamente en la actividad pública y a confiar en el poder de la gracia.

“La sociedad es plural, tiene creencias”

Sobre la diferencia entre un estado laico y una sociedad laica, afirmó: “El estado puede ser laico, pero la sociedad es plural, tiene creencias, tiene perspectivas ideológicas y referencias de significado y de sentido”.

Frente a la variedad de la sociedad, el estado omnipresente plantea lo que los sociólogos llaman una “religión política”: “Lo que hay debajo del supuesto dogma de la tolerancia de la religión política es un intento de arrogarse exclusivamente la capacidad de dar significados a las cosas”.

Desafío de los católicos

Para el obispo, el desafío que tienen los católicos es enorme “porque el poder quiere sustituir a la religión”, y afirmó que al mismo tiempo la oportunidad es inédita “porque podemos mostrar la belleza del rostro de Jesucristo”.

Antes de concluir, enumeró algunas oportunidades que los católicos tienen en este tiempo. En primer lugar, se centró en la importancia de anunciar el kerigma con una dimensión trinitaria; en segundo lugar, afirmó que la evangelización da la oportunidad de hacer elogio de la razón y de la libertad; y en tercer lugar, destacó que evangelizar es transmitir esperanza a los contemporáneos, especialmente a los más desesperanzados”.

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