Luis Argüello reivindica la necesidad de una "batalla espiritual" para que los creyentes participen en la "batalla cultural"

Luis Argüello, presidente de la Conferencia Episcopal Española ha destacado "la batalla espiritual" como algo clave para que los creyentes participen en la "batalla cultural". Ha sido este lunes 16 de junio en Madrid, en la Fundación Pablo VI, durante la presentación del libro de Miguel Ángel Quintana Paz 'Cosas que he aprendido de gente interesante. Filosofía, Política y Religión'.

El arzobispo de Valladolid ha reflexionado sobre el lugar de la fe en la sociedad de hoy. En ese sentido, preguntado sobre "si tenía sentido una batalla cultural sin un combate espiritual que le acompañe", Argüello ha asegurado que "el primer territorio del combate espiritual es el propio corazón y desde ahí lo demás". 

la batalla espiritual y la capacidad de "querer acoger al otro"

Precisamente por eso, el presidente de la Conferencia Episcopal Española, ha matizado que, durante la "batalla espiritual", cuando discutimos "combativamente con otros", siempre puede aparecer un poco de "lo que puede significar el amor a los enemigos". Algo que no se traduce en "pasar la mano por el lomo", sino en tener la capacidad de "querer acoger al otro"

Finalmente, Argüello concluyó que la "relación entre combate espiritual y combate cultural" es clave, especialmente "desde la aportación que se puede hacer por parte de los creyentes".

el papel de la iglesia hoy frente al de la antigüedad

Argüello empezó su intervención recordando que durante muchos siglos,  "iglesia, sociedad y poder político" estaban muy unidos, como en la "alianza entre trono y altar" o las "monarquías". En aquel entonces, el papel del poder, recuerda el titular de la Archidiócesis de Valladolid, era "singularmente relevante". 

Pero ahora, dijo Argüello, la "novedad de la época" para los cristianos es que estamos "llamados a un predominio de la gracia". Esto significa que debe haber un "protagonismo de la acción del espíritu y encarnadamente una propuesta como más gratuita, más de ofrecer a nuestros conciudadanos la novedad del evangelio". 

Por eso, advirtió que para que la "batalla cultural no sea una fase más nueva de algo tan moderno como el combate ideológico, creo francamente que precisa de combate espiritual debajo".