Los valores que aportan los campamentos estivales que organiza un colegio jesuita de Madrid: "Vamos sembrando"

Nuestra Señora del Recuerdo organiza varios campamentos para alumnos de diferentes edades, que complementan la educación en valores cristianos que reciben durante el curso

Tiempo de lectura: 2’

Desde finales del siglo XIX, el colegio Nuestra Señora del Recuerdo, ubicado en el distrito madrileño de Chamartín, educa en valores a sus alumnos. Perteneciente a la Compañía de Jesús, no solo se centra en el aspecto académico de los chicos y chicas, sino también en cuestiones que tienen más que ver con lo humano.

En este sentido, adquiere una especial importancia los campamentos de verano que organiza durante el mes de julio Nuestra Señora del Recuerdo para su alumnado, diferenciado por edades. De esta manera, cuentan con un campamento urbano para estudiantes de Infantil a Segundo de Primaria (de tres semanas de duración); el campamento Virgen del Recuerdo que se organiza en Ciudad Real durante doce días para estudiantes de Tercero a Quinto de Primaria y, por último, el campamento de mayores de Binuesa (Soria) para alumnos de Sexto de Primaria a Primero de Bachillerato, que se prolonga por veinte días.

El responsable de Tiempo Libre del centro, Ángel Lanuza, ha explicado en ECCLESIA la importancia de organizar estos campamentos cuyo origen se remonta a la década de los años treinta: “La parte académica es importante, pero también están los valores, la convivencia, el poder estar fuera de casa y aprender cosas que en una ciudad no aprendes”.

ctv-qoi-foto-2
Mientras que entre los más pequeños la prioridad son los juegos, en el campamento de mayores las actividades al aire libre y de montaña adquieren protagonismo: “Es una buena forma de desarrollar convivencia, amistad...”, subraya Lanuza.

A su juicio, es una oportunidad para complementar la educación de la persona hacia su edad adulta: “Aprenden a convivir entre ellos llueva o truene, duermen juntos... todo esto une mucho y completa la educación de una persona. Es desarrollar su vida con valores, en una educación religiosa”, añade el responsable de Tiempo Libre en Nuestra Señora del Recuerdo.

Y es que el crecimiento en la fe es importante también en estas actividades de verano: “Cada edad tiene su momento, pero el ejemplo que desde el centro damos se va quedando en los chavales. Se va sembrando y al final, cuando muchos de ellos se marchan al terminar los estudios, se quedan en comunidades de vida cristiana, participan en voluntariados, en Primero de Bachillerato tienen trabajo social y participan ayudando a personas vulnerables.... Se trabaja desde pequeños hasta los mayores en la fe. Luego nos transmiten gratitud porque han visto que han hecho algo útil, y con el tiempo lo vas recogiendo”, expresa Ángel Lanuza.

Un ejemplo de cómo atraer a los jóvenes a la Iglesia, que es uno de los objetivos centrales en el proceso sinodal que acaba de concluir en España: “Tenemos personas entregadas y participan en cualquier tipo de actuación de la Iglesia, son activas. No sé si gracias a los campamentos u a otras cosas, pero todo va haciendo poso y ayudan a que al final tengamos personas muy voluntarias y buenas. Que sean competentes en sus trabajos, pero dentro de ser una buena persona”, ha agregado.

Religión