Juan Carlos Ramos destaca en su pregón la belleza de la Semana Santa de Medina del Campo: "Punto de destino"

El director general de la Fundación COPE y director de 'El día del Señor' ha repasado las bondades de la Semana de Pasión medinense

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La emoción embargaba la localidad vallisoletana de Medina del Campo en la tarde de este martes, 28 de marzo, para celebrar su pregón. Ha sido el director de 'El día del Señor' en RTVE, el Padre Juan Carlos Ramos, quien puso verbo esos sentimientos de devoción del pueblo medinense a su Semana Santa.

Ramos recordaba cómo en 2019 la cadena pública se desplazaba hasta la localidad para transmitir su Semana de Pasión, un acontecimiento que como manifestaba el propio sacerdote, “fue todo un hito en la programación de la televisión pública estatal, una cita a la que no ha faltado nunca, prácticamente desde su creación”.

Fue además un acontecimiento de especial relevancia para un pueblo como Medina del Campo, conocido por ser lugar de paso. Lo que pocos saben, y Juan Carlos Ramos reivindicó en su pregón, es que Medina del Campo “es cuna de las procesiones de disciplina donde nacieron hace más de 600 años, impulsadas por San Vicente Ferrer, en la que se da cita la más importante representación del arte religioso renacentista que cualquiera pudiera imaginar, sé que vengo a una villa que se articula a través de sus cofradías y que ha hecho de la Semana Santa el corazón de la ciudad.; así que vengo, creedme, con el complejo de aquel que pretende vender miel al colmenero”.

Con humildad el también director general de la Fundación COPE reconocía que su pregón no podría llegar a la altura de sus predecesores como el cardenal Ricardo Blázquez, Luis Argüello, el Padre Ángel o del escultor Ricardo Flecha.

“Estoy seguro de que por ninguna de aquellas cualidades que adornan a mis predecesores, me habéis elegido a mi. Yo no soy más que un sencillo sacerdote, al que la providencia, disfrazada de Conferencia Episcopal, le encomendó ¡hace ya más de dieciséis años! el extravagante encargo de dirigir un programa de Televisión Española, creo que ese es mi único mérito: el haber tenido, en su momento, la desfachatez de aceptar semejante encargo”, ha recalcado.

Gracias a este cargo, Ramos ha tenido la oportunidad de conocer un sinfín de parroquias, iglesias, monasterios, de realidades eclesiales de toda España, lo que le ha permitido a su vez vivir cada Semana Santa de manera diferente: “He transmitido y comentado muchas procesiones, hijas de distintas tradiciones religiosas, culturales y artísticas, y muchos son los que me preguntan... ¿cuál de ellas es la mejor? ¿Cuál te ha gustado más? Es una pregunta para la que no tengo respuesta porque... ¿cómo se puede comparar la belleza del Cristo del Silencio o de los Gitanos a la luz de la luna y con la Alhambra de fondo, con el Cristo de los Ajusticiados recorriendo su Vía Crucis por la muralla de Ávila? ¿Cómo pensar en poner a competir los inmensos tronos malagueños con el Santísimo Cristo del Amparo de Zamora? ¿Cómo elegir entre el Barroco del Jesús atado columna de Salzillo en Orihuela y el Ecce Homo de Gregorio Fernández en Rioseco? ¿Cómo tomar partido entre el encuentro de Nuestra Señora de los Dolores y el Jesús con la Cruz a cuestas, delante de la Catedral de Burgos, y las cuatro horas que el Cristo de la Expiración desfila por el Casco Histórico de Cáceres?”

Pero Ramos ha planteado la pregunta al revés (de manera retórica) a los presentes en el pregón: “¿Para ti, cuál es la mejor Semana Santa?”. “Seguramente me respondas: la mía, ahora la de Medina del Campo y ¿sabes qué?: que creo que tienes razón, porque para cada uno la mejor Semana Santa es la suya, la que lleva en su corazón”, ha sostenido el director de 'El día del Señor'.

A continuación Juan Carlos Ramos ha detallado las emociones que cada día deja la Semana Santa de Medina del Campo, de la que el propio sacerdote fue testigo aquel 2019, la última antes de la pandemia.

Una Semana Santa que, como ha dejado claro nuevamente en su pregón, llevó a Ramos a pensar que “Medina del Campo dejaba de ser para mi lugar de paso, para convertirse en punto de destino, me engañaba: Medina será siempre lugar de paso, de paso de la muerte a la vida, lugar de Pascua”.

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