Joseba Segura: “Una empresa inspirada en la Doctrina Social de la Iglesia también es una vocación”

El obispo de Bilbao asegura que la vocación empresarial es un a colaborar en la tarea de mejora de la vida social desde una posición de considerable responsabilidad"

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“Vocación” es una palabra que se usa con frecuencia en el lenguaje religioso y menos, aunque también, en la vida. Así lo ha explicado Joseba segura, obispo de Bilbao, que ha participado en el Encuentro de Empresarios Católicos que se está celebrando en la ciudad compostelana este viernes.

“La vocación empresarial es un genuino llamamiento humano y cristiano a colaborar en esa tarea de mejora y enriquecimiento de la vida social desde una posición de considerable responsabilidad”, ha asegurado el prelado, que ha recordado las palabras del Papa Francisco, que la denomina “una noble vocación siempre y cuando quienes se comprometen con ella se sientan retados por un sentido mayor de la vida; esto les permitirá servir verdaderamente al bien común mediante el esfuerzo en aumentar los bienes de este mundo y en hacerlos más accesibles a todos”.


Por eso, las numerosas presiones que deben afrontar los líderes empresariales “pueden hacer que olviden la llamada del Evangelio a entender cualquier actividad profesional en clave vocacional al servicio de un bien mayor”. El obispo ha insistido en que “una parte importante de la vocación de liderazgo consiste en actuar cotidianamente de acuerdo a principios ético-sociales específicos de inspiración cristiana. Esto implica analizar la situación en toda su complejidad de actores y afectados, evaluarla desde principios que fomenten el desarrollo integral de las personas y definir actuaciones consistentes con los principios que, desde la fe, se quieren promover, adecuados a las circunstancias y a los logros que se persiguen”.

La empresa, en el corazón de la doctrina social de la Iglesia

La empresa, ha dicho, es una institución cada vez más importante en la vida, no solo económica, sino también para la persona y la sociedad. “Es una comunidad de personas”.

Por ello, desde una perspectiva cristiana no es aceptable “que los balances económicos sean correctos y que, al mismo tiempo, los hombres, que constituyen el patrimonio más valioso de la empresa, sean humillados y ofendidos en su dignidad”. Este pensamiento está en el centro de la reflexión papal: “La dignidad de las personas en la empresa es una cuestión ética, pero también económica. La falta de atención a esta dimensión humana, además de ser moralmente inadmisible… no puede menos de tener reflejos negativos… hasta para la eficiencia económica de la empresa”.

Francisco impulsando el cambio de la cultura empresarial

El Papa Francisco, en continuidad con sus predecesores, ha insistido en la visión personalista, social y comunitaria de la empresa: “Las empresas no deben existir para ganar dinero, aunque el dinero sirva para medir su funcionamiento. Las empresas existen para servir,” decía a la Unión Internacional Cristiana de Dirigentes de Empresa.

Pero la perspectiva más novedosa del Papa para la empresa ha sido la incorporación del horizonte de la ecología integral a la reflexión social de la Iglesia, con su exigencia espiritual y moral de desarrollar una economía sostenible, lo que la encíclica Laudato Si describe como “el cuidado de la casa común”.

Una encíclica que interpela a las empresas, estimando que, respecto al cuidado del medio ambiente, “la política y la empresa reaccionan con lentitud, lejos de estar a la altura de los desafíos mundiales”.



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