Gil Tamayo: "Enseñar a buscar la verdad a los jóvenes es ayudarles a encontrar un sentido a su vida"
El arzobispo coadjutor de Granada ha recibido la Medalla de Oro de la Universidad Católica de Ávila: "Dios no necesita medallas, es un motivo de gratitud más a esta ciudad"
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“La Universidad Católica de Ávila está viva y es una condición de futuro de la propia sociedad”. Así lo ha expresado José Mª Gil Tamayo, arzobispo coadjutor de Granada, que ha recibidola Medalla de Oro de la Universidad Católica de Ávila, que ha celebrado este 17 de enero el Solemne Acto Académico de Santo Tomás de Aquino.
"El Señor no quiere medallas, pero lo agradezco, porque de bien nacidos es ser agradecidos. Asimismo, doy gracias a Dios por la universidad y por esta diócesis. Esta es mi casa, y tengo muchos recuerdos, de situaciones personales y episcopales vividas aquí”, ha querido subrayar el que fuera obispo de Ávila de 2018 a 2022 en la celebración eucarística previa al acto en la universidad.
Buscar la verdad
Recordando al recientemente fallecido Benedicto XVI, Gil Tamayo ha destacado la necesidad de recuperar “la búsqueda de la verdad”. Una misión complicada “en medio de este relativismo social en que vivimos. Enseñar a buscar la verdad a los jóvenes es ayudarles a buscar un sentido a su vida, su felicidad. Por eso, esta universidad, católica, no es solo un derecho de padres sino también de la Iglesia”.
“Hemos de convertir información en saberes, y estos en sabiduría. Dejemos a un lado la ideologización de la Universidad, una ideologización que como un tsunami está acaparando todos los ámbitos de la sociedad. Algo que lo único que nos lleva es a una cerrazón sin sentido”, ha expresado.
Un motivo más de gratitud
Tras recibir la medalla, el arzobispo ha asegurado que este galardón “es un motivo de gratitud más a esta ciudad y a sus instituciones, entre ellas la Universidad Católica de Ávila”.
El prelado ha destacado “el gran activo educativo que hay que cuidar y dotar de un revestimiento jurídico que lo potenciará en el futuro”. Al mismo tiempo, ha señalado que este centro “tiene ese valor añadido que es formar hombres y mujeres capaces del futuro y contribuye al afianzamiento de los jóvenes en nuestra provincia, siendo así una apuesta de futuro”. Por último, ha pedido a los abulenses y al mismo tiempo a las administraciones que no miren a la Universidad como si fuera un monumento: “La Universidad Católica de Ávila está viva y es una condición de futuro de la propia sociedad”.
