'El fruto de tu vientre': la asociación de Madrid que atiende a madres y embarazadas con dificultades para vencer al aborto

El matrimonio de Mabel y Saturnino fundó hace 15 años esta asociación con el fin de transformar la angustia de muchas mujeres embarazadas en acogida y dignidad. 'Solidarios por un bien común' conoce de cerca su labor 

Mujeres

José Melero Campos

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4 min lectura

Mabel y Saturnino es un matrimonio anciano de Madrid que hace quince años fundaron la asociación 'El fruto de tu vientre', con el fin de transformar la angustia de muchas mujeres embarazadas en fortaleza, acogida y dignidad. “Ayudamos a mamás embarazadas o a familias con bebés pequeños, hasta que cumplen dos añitos. Son familias muy vulnerables, que lo están pasando muy mal”, explica Mabel en el programa 'Solidarios por un bien común', que ha conocido cómo trabajan en la asociación provida.

La organización nace del compromiso cristiano con la defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte natural, en un escenario donde la sociedad ha banalizado el valor de la vida humana, especialmente en sus momentos de mayor fragilidad, abriendo debates éticos en torno al aborto y la eutanasia. 

“No abortamos, era un sueño”

Janette y Walter son una de las 124 familias que reciben ayuda de la asociación 'El fruto de tu vientre'. Padres de un bebé de siete meses, comparten su experiencia en TRECE: “No nos lo planteamos abortar al bebé, pero sí en algunos lugares me decían que era lo más recomendable. Era nuestro anhelo desde hace nueve años”.

Para ellos, conocer a Saturnino y Mabel no solo ha supuesto alimentos y pañales para su retoño: “Brindan capacitaciones, asesorías. Nuestro bebé ya tiene nacionalidad, estamos estrenando residencia y podremos tener contrato. Y aún así la fundación sigue apoyándonos”.

La historia de Janette refleja una de las realidades que más preocupa a los voluntarios de la asociación: la falta de apoyo institucional a las mujeres embarazadas en situación de vulnerabilidad. Mabel lo resume con crudeza: “La única respuesta que encuentran cuando llaman a nuestras puertas es 'aborta, aborta', quítate el problema. Eso nos parece tan perjudicial y tan nefasto, que dijimos: tenemos que hacer algo”, ha recalcado.

Banco de alimentos: cestas que sostienen familias

Cada miércoles, Mabel y Saturnino acuden al Banco de Alimentos de Madrid para recoger frutas, hortalizas y productos básicos. Luego los distribuyen entre las familias, organizadas por turnos. “Atendemos a 124 familias, dándoles comida gratuita. También recogemos una vez al mes productos no perecederos como leche, galletas, conservas, huevos, alimentación infantil…”.

Desde el almacén del Banco de Alimentos, Rafael Pavón describe la logística: “Los alimentos vienen de donaciones privadas y de fondos europeos. Con la mezcla conseguimos ofrecer una cesta básica”.

Por su parte Mila Benito, directora de marketing y comunicación del Banco de Alimentos de Madrid, incide en el cambio de perfil de los beneficiarios: “Ahora hay una bolsa de población que antes no necesitaba ayuda: clase media, con trabajos precarios y alquileres elevados. También hay pobreza cronificada”.

Más allá del alimento: ropa, escucha y fe

Además del reparto alimentario, 'El fruto de tu vientre' ofrece ropa infantil y acompañamiento emocional y espiritual. Elisa, encargada del ropero, explica el sistema de reciclaje solidario: “Cuando se les queda pequeña la ropa, la traen de vuelta. Si hay que lavarla, se lava. Se recicla y se entrega la talla siguiente. Todo muy ordenado, porque tenemos muchas mamás y mucha ropita”.

Karina, voluntaria de la asociación, ofrece también orientación espiritual a las familias: “Les hablo del sacramento del Bautismo, del cursillo que ofrecemos con la parroquia de San Germán, de la importancia de ser cristiano”.

Para Saturnino, este acompañamiento es esencial: “Las mamás se sienten queridas, comprendidas. Nos lo dicen con lágrimas. Se nota en el corazón”.

La dignidad por encima de todo

Desde la primera entrevista con los beneficiarios, Saturnino subraya la base de todo su trabajo: el respeto incondicional por la dignidad humana. “Pueden ser pobres, pueden no tener nada, pero todas las personas tienen una dignidad. Es nuestro primer objetivo con cada mamá que viene”.

Ana, madre de un bebé de año y medio, lo vivió en carne propia. Emigrante venezolana, llegó a España huyendo de la crisis: “Cuando estaba embarazada era muy difícil. No teníamos derecho a trabajar, ni hospedaje ni comida. Esta asociación fue un apoyo inmenso. No fue un embarazo buscado, pero Dios sabe por qué hace las cosas”.

En sus palabras se condensa la misión de la asociación: “A veces uno viene con energía de tristeza, con mucha carga. Queremos ayudar a nuestros familiares en el país. Aquí la energía es contagiable. Es pura, es real. Claro, viene del corazón, viene de Él”.

Mabel cita a menudo a la Madre Teresa de Calcuta como referente del carisma que guía la asociación. “El primer acto de amor es una sonrisa. Eso no vale nada, pero le llenas el alma a alguien con ella. Hacer cosas ordinarias con amor extraordinario. Así trabajamos aquí”.

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