Claudia Pérez repite misión en México por cuarto año: "Simplemente dije que si"
En "Ecclesia al día", esta joven madrileña nos cuenta su experiencia de misión en poblados muy pobres de México

Madrid - Publicado el
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En verano buscamos un respiro, descansar, irnos de vacaciones, pero hay muchas personas que deciden entregar parte de su tiempo a los demás. La mayoría son jóvenes, y muchos repiten. Es el caso de Claudia, tiene 27 años, y este verano repite misión en México. El 11 de agosto, se van a un municipio en el estado de Hidalgo, al norte de México.
“NOS ESTABAN ESPERANDO”
Es su cuarto año como misionera, pero cada que vuelve piensa que va a ser el último: “al final volver te sale del corazón. En este caso quiero volver para agradecer todo lo que se me ha dado durante el año”.

Su primer año fue en 2022, no sabía bien a que es lo que iba: “me lo presentó una amiga, que pensaba ir porque ya lo había hecho su novio el año anterior. Simplemente dije que si”, nos cuenta Claudia que se presentó a la primera convivencia del grupo y quedó totalmente convencida que es lo que ella quería hacer.
Ese primer año fueron a Chiapas: “fue bastante diferente a lo que me pensaba, fue un espectáculo. Cuando nos bajamos del autobús, todo el poblado nos estaba esperando con música, comida y fiesta”.
Este año, dado que este verano se celebra el Jubileo de los Jóvenes, y son muchos viajes, sólo van hacia allí 16 jóvenes, pero normalmente son grupos de hasta 40.
"NOS OFRECEN LO MEJOR QUE TIENEN"
“Es una rutina sencilla, nos levantamos muy pronto. Empezamos rezando laudes, leyendo el Evangelio. Luego nos juntamos por grupos, unos con adultos, otros niños, otros enfermos... Nos volvemos a reunir a la hora de la comida. Y por la tarde vamos visitando de dos en dos casas de gente de allí”, nos cuenta Claudia.

Ayudan a la gente en sus necesidades básicas y del día a día, pero la idea sobre todo, es la de escucharles, escuchar su historia: “Son gente maravillosa, muy humilde, nos lo dan todo. Nos ofrecen lo mejor que tienen hasta sus camas, incluso durmiendo ellos en el suelo. Nos dan su mejor comida. Lo preparan todo para nosotros”.
Principalmente hay un sacerdote para 30 o mas pueblos, es difícil que tengan una Misa diaria, con suerte tienen una mensual: “Se organizan con personas encargadas en cada comunidad, celebran entre ellos, todo lo que pueden hacer para prepararse para ese día que va el sacerdote”.