Carmelitas Descalzas Interfederales en el CITeS

Carmelitas Descalzas Interfederales en el CITeS
Madrid - Publicado el - Actualizado
2 min lectura
El CURSO INTERFEDERAL de las Carmelitas Descalzas de las Federaciones de la Orden del Carmelo Descalzo (OCD) de España, ha reunido en esta oportunidad a monjas, hijas de Santa Teresa de Jesús, de cinco Federaciones a saber: Andalucía, Aragón-Valencia, Castilla-Burgos, Cataluña y Navarra. Todas ellas de los Monasterios Carmelitanos de Granada, Málaga, Alquerías, Altea, Puzol, Burgos, Loeches, Medina, Orense, Oviedo, Toledo,Toro, Valladolid, Tarragona, Mataró, Olza, Donamaría, Vitoria, San Sebastián, Calahorra y Hondarribia.
El P. Teófanes Egido, Carmelita Descalzo, ha sido el encargado de dictar las reflexiones de este "Curso de Formación Permanente" dedicado al estudio de "Las Cartas" de Santa Teresa de Jesús, la fundadora del Carmelo Descalzo.Dentro del programa, entre otros temas se ha hablado acerca de "los tormentos y las barahúndas, los cansancios y precaria salud" conque La Santa de Ávila escribió sus libros y particularmente sus cartas. También se ha hablado de los sentimientos de la Madre Teresa, su sentido familiar, su ternura con las hermanas de comunidad e incluso con san Juan de la Cruz, el sentido o sentimiento del humor y de la alegría en sus monasterios, el sistema postal que utilizó la fundadora con lo que iba por correo desde cartas, reliquias, imágenes, hornillos, hasta truchas, patatas y sardinas, por citar algo.
Afirma Teófanes, que "la Santa abulense es considerada por los historiadores una de las fuentes históricas más elocuentes para conocer el tiempo y la realidad social de su época". Teresa de Jesús es una excepción por su inteligencia y mundo de sentimientos que le caracterizaban, sobre todo, la ternura. "Las Cartas" permiten al lector, entrar en otra dimensión que en otras circunstancias no pueden hacerlo sus otros escritos. En concreto, insiste el conferencista, la ternura, que en tiempos de la Santa era considerada como un signo de debilidad o de pecado.Las Cartas fueron el tormento de sus días y noches, pero fue el trabajo necesario y urgente al que se debió para sostener toda su obra y acompañar a sus monjas y frailes por el recorrido de sus fundaciones.
Nota de Prensa de: Iván Mora
Foto: IDJMP