Caritas Bizkaia presenta el XVII Roscón Solidario de Bilbao para combatir la brecha digital

En esta edición, que se desarrollará en las instalaciones del Museo Vasco, se contará con un dulce solidario con un peso superior a los 500 kilogramos

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Caritas Bizkaia ha presentado este lunes, 28 de diciembre, el XVII Roscón Solidario de Bilbao que cuenta con un mismo objetivo y una nueva propuesta: repartir miles de raciones solidarias. Un año más lo organizan en colaboración con la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo y el Museo Vasco elaborado por la ‘Asociación de Panaderías de Bizkaia en coordinación con ‘Lapiko Catering’ y ‘LogiFrío Bilbao’ mientras que ‘Café Iruña Catering’ apoyará el reparto de raciones de chocolate, con ingredientes donados para la ocasión por Kaiku (leche) y Baqué (cacao).

Bajo estrictas medidas sanitarias, esta edición se desarrollará en las instalaciones del Museo Vasco para facilitar el control de aforo, gracias a la nueva colaboración con esta institución, que ha facilitado además su aplicativo para la venta anticipada de entradas. Asimismo, las raciones de roscón y chocolate se proporcionarán en formato para llevar en un pack en material reciclable que permitirá su posterior consumo evitando así cualquier aglomeración de personas. En esta edición se ha habilitado una web que facilitará la participación y el acceso directo a la compra anticipada de raciones.

La edición XVII se desarrolla asumiendo el contexto de pandemia recogiendo la vivencia solidaria de estos últimos meses y poniendo en valor la importancia de la acción ciudadana comprometida y el trabajo en red entre diferentes agentes en favor de la justicia social.

El dulce solidario contará con un peso superior a los 500 kilogramos. Para su preparación se seguirá la receta tradicional y serán necesarios más de 250 kilogramos de harina, más de 50 kg de azúcar, 75 kg de mantequilla, 100 docenas de huevos, 25 litros de agua de azahar, 25 kilogramos de levadura, 30 kilogramos de frutas variadas confitadas para su decoración y 5 kg de sal.

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El freno a la trasmisión intergeneracional de la pobreza

La pobreza y el riesgo de exclusión social se heredan. Crecer en hogares en situación de pobreza, tener dificultades y menos oportunidades para seguir adecuadamente los procesos formativos, la exposición a dinámicas vitales y familiares de incertidumbre, padecer sucesos vitales estresantes como la pérdida del empleo, los conflictos familiares graves o la pérdida de la vivienda, etc, aumentan las probabilidades de que menores y jóvenes inmersos en estas circunstancias sufran pobreza, vulnerabilidad y exclusión social en el futuro.

Previo a la pandemia, la pobreza y la exclusión social se extendía en mayor medida en las familias con hijos e hijas a su cuidado, especialmente a las monomarentales: en 2018, en Euskadi, el 17,3% de éstas se encontraba en situación de pobreza y la exclusión social afectaba a un 20,1% de las mismas.

Las consecuencias socioeconómicas de la pandemia se extienden en este contexto de precariedad social, a través de cuestiones “clásicas”: empleo, vivienda o los ingresos, y han aflorado otros fenómenos sociales: la brecha digital y el impacto psicoemocional del aislamiento social y la incertidumbre. Los niños y niñas son víctimas silenciosas de esta realidad.

Las familias acompañadas por Cáritas están sufriendo el impacto de estas situaciones. La pérdida de empleo (principalmente precario e informal) llegó a afectar al 70% de la población atendida en Cáritas en los meses más duros del confinamiento, la pobreza severa se extendió al 68% de las personas atendidas, cerca de un 9% de personas ha cambiado de vivienda por no poder hacer frente al pago de la misma, y otro 20% cree que tarde o temprano lo tendrán que hacer; un 45% siente que su estado emocional es peor incluso que en abril; un 61% de hogares viven en lo que llamamos “apagón tecnológico” (sin conexión ilimitada, sin dispositivos, sin competencias personales para manejarse “online”).

La brecha digital afecta a hogares donde hay menores y jóvenes en procesos educativos, por lo que se convierte en brecha de oportunidades sociales, educativas, laborales… añadiendo un elemento más a la mochila del riesgo de la exclusión presente y futura. Ante este escenario, Cáritas Bizkaia hace una apuesta por reducir esta brecha digital en las familias acompañadas como medio para frenar la transmisión intergeneracional de la pobreza en el seno de las mismas.



El origen del Roscón

El Roscón Solidario de Bilbao es una iniciativa que pone en marcha Caritas Bizkaia en el 2005, para implicar a la sociedad en la lucha contra la exclusión y pobreza en la infancia y juventud. Su objetivo sigue siendo sensibilizar sobre las causas que la originan y recaudar fondos para apoyar los proyectos que desarrolla para la mejora de las condiciones de vida de estos menores.

Son tres sus características clásicas, tres deseos para lanzar a la sociedad. En primer lugar, un roscón redondo, sin principio ni fin, continuo, como queremos que sea la solidaridad durante todo el año, continua y redonda. Por otra parte, partido y compartido, equitativo, como deben serlo las oportunidades y los recursos que cada persona debe tener en su desarrollo e inclusión social.Además de repleto de fruta, frutos como resultado de los muchos gestos que cada persona es capaz de hacer y que cambia la realidad en la que vive.

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