El arzobispo de Toledo destaca que la promesa del Sagrado Corazón de Jesús no es una imposición, sino "un reinado de amor en los corazones"
Francisco Cerro ha presentado en el Congreso Internacional sobre el Corazón de Jesús de Valladolid un retrato espiritual del Padre Bernardo de Hoyos, el beato al que se le apareció al Sagrado Corazón de Jesús en España

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El arzobispo de Toledo, Francisco Cerro, ha presentado un retrato cercano y espiritual del Padre Bernardo de Hoyos, el beato al que se le apareció por primera vez en España al Sagrado Corazón de Jesús., durante su exposición en el Congreso Internacional sobre el Corazón de Jesús que se celebra en Valladolid.
Bajo el título 'Confidente del Corazón de Jesús: Padre Bernardo de Hoyos' Cerro, que ha escrito numerosas biografías de santos, ha compartido con los asistentes su experiencia personal al escribir sobre el Padre Hoyos, un joven jesuita que, desde su pobreza y humildad, se convirtió en un canal privilegiado de las gracias del Corazón de Cristo para el pueblo español.
A lo largo de su exposición, el arzobispo de Toledo ha ofrecido algunas claves para entender la figura y espiritualidad del beato, como su procedencia pobre, su salud endeble, su pertenencia a los jesuitas o su intensa unión al Corazón de Jesús.
“El momento culminante de su vida fue, sin duda, la recepción de la llamada “Gran Promesa”: “Reinaré en España”. Esta locución interior, recibida mientras adoraba la Eucaristía, marcó no solo su destino espiritual, sino también el de toda una nación. El Corazón de Jesús quería ser conocido, amado y entronizado en los corazones. Y Bernardo fue su confidente”, ha recalcado Francisco Cerro.
" Cuanta más pobreza y límites hay en una vida, más se luce la misericordia de Dios”
El arzobispo de Toledo ha explicado que esta promesa no se entiende como una imposición política o social, sino como un reinado de amor en los corazones. En este sentido, hace hincapié en que la devoción al Corazón de Jesús se convierte en una verdadera espiritualidad del encuentro y la misericordia.
A través de anécdotas, recuerdos personales y referencias históricas, Cerro fue hilando una presentación llena de vida. “El corazón de Jesús siempre se revela a los pobres y a los pequeños. Cuanta más pobreza y límites hay en una vida, más se luce la misericordia de Dios”, ha puntualizado.
Cerro ha concluido su ponencia con una llamada a la esperanza. La Iglesia necesita corazones encendidos por el fuego del amor divino, como el de Bernardo de Hoyos. Y al contemplar su vida, recordamos que también nosotros, con nuestros límites y pobrezas, podemos ser testigos creíbles del amor que brota del Corazón traspasado de Cristo”, ha señalado.