El arzobispo Caccia impulsa una nueva mirada al desarrollo global desde la ONU

El representante del Vaticano aboga por una cooperación más justa y humana que priorice la dignidad y el bienestar de las personas

IV Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo celebrada en Sevilla

IV Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo celebrada en Sevilla

Borja Cuñado

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En Sevilla está teniendo lugar estos días la IV Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo. Este evento reúne a gobiernos, instituciones financieras y sociedad civil con el objetivo de repensar y reformar la arquitectura financiera mundial. En este contexto, el arzobispo Gabriele Caccia, observador permanente de la Santa Sede ante la ONU, ofrece una perspectiva renovadora y profundamente humana sobre el desarrollo global.

Caccia destaca que el Producto Interno Bruto (PIB) ha sido tradicionalmente el principal indicador del progreso de los países. Sin embargo, señala que este enfoque económico ha dejado de ser suficiente para medir el bienestar real de las naciones

"Confiar únicamente en el PIB es descuidar muchas dimensiones fundamentales del progreso humano", afirma el arzobispo. Por ello, propone adoptar indicadores más completos que incluyan aspectos como la equidad, la sostenibilidad y el bienestar social

Gabriel Caccia, arzobispo

Gabriel Caccia, arzobispo

 La deuda: una carga insostenible  

Uno de los temas centrales en la intervención de Caccia es la creciente deuda de los países en desarrollo. El arzobispo califica esta situación como una "carga insostenible" que obstaculiza el progreso de estas naciones. "Cuatro de cada diez personas en el mundo viven en países donde el gobierno gasta más en el pago de intereses que en educación o sanidad", subraya. 

Para Caccia, esta realidad es incompatible con el desarrollo sostenible y requiere una reestructuración de la deuda que permita a los países invertir en sectores vitales como la salud, la educación y la protección social.

 Un compromiso compartido  

El arzobispo concluye su intervención resaltando la importancia de un compromiso global para enfrentar los desafíos del desarrollo. "Es esencial que todas las acciones se orienten al desarrollo integral de las poblaciones", afirma. Este llamado a la cooperación internacional busca garantizar que el progreso económico vaya de la mano con el bienestar de las personas y la protección del medio ambiente.

En un mundo donde las desigualdades persisten y los recursos son limitados, la propuesta de Caccia invita a repensar el concepto de desarrollo, poniendo en el centro a la persona y su dignidad. Su intervención en la IV Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo es un recordatorio de que el verdadero progreso se mide no solo en cifras, sino en la mejora de la calidad de vida de todos los seres humanos.

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