Ansiedad o intento de autolesión: la conducta en menores que reciben una educación sexual inadecuada

La psicóloga de la Universidad Francisco de Vitoria, Elena Arderius, secunda la decisión del Reino Unido de que los menores de nueve años no reciban educación sexual en los centros

Tiempo de lectura: 2’

El Reino Unido ha decidido que los menores de nueve años no reciban educación sexual en los centros educativos. Se prohíben conversaciones explícitas sobre sexo hasta que cumplan trece años. De esta manera, los profesores no podrán entre otras cuestiones sugerir ideas sobre la identidad de género.

La decisión del Gobierno británico surge de una rectificación tras cuatro años de trabajo de un equipo de expertos motivado por las consecuencias negativas de las propuesta educativa en materia sexual.

La educación sexual se centrará en procesos de concepción y nacimiento, inculcar la importancia de la familia, respeto a todos e incidir en la formación del pensamiento crítico ante los estereotipos sexuales que circulan en los medios y redes sociales.

La psicóloga y directora del Centro de Acompañamiento a la Familia de la Universidad Francisco de Vitoria, Elena Arderius, ha secundado la medida en 'Ecclesia al día', bajo el argumento de que abordar las cuestiones de ideología de género a edades tempranas no es conveniente, al no tener capacidad para asumirlas: “Se les plantean dudas que no están capacitados para afrontar, son pequeños para tener ese juicio por lo que no es adecuado desde el punto de vista cognitivo, afectivo y sexual plantearles dudas en esta etapa”, ha recalcado.

La formación afectiva y sexual es labor de los padres

A juicio de Elena Arderius, es labor de las familias transmitir a sus hijos el mensaje donde “se vea la sexualidad basada en el amor, en la entrega al otro, que en los tiempos que corren no son los mensajes correctos: “Los padres tienen que ofrecer esas respuestas porque sino la duda está en consultar un teléfono móvil, ver pornografía y estar en contacto con un concepto de la sexualidad inadecuado”, ha alertado la psicóloga.

Para la directora del Centro de Acompañamiento a la Familia de la Universidad Francisco de Vitoria, es conveniente que los padres entablen una primera conversación sobre sexo con sus hijos antes de los diez años, siempre desde “la prevención, la comunicación, el diálogo o la aceptación de uno mismo. La educación en afectividad y sexualidad lo hacemos desde Primero de Primaria con seis o siete años. Les hablamos directamente de esa dimension sexual y que no recurran a terceros que puedan distorsionar el mensaje”, ha subrayado Arderius.

Las consecuencias para un menor recibir una educación sexual inadecuada

En este sentido, la psicóloga ha advertido que recibe en consulta situaciones complicadas de menores que están recibiendo formación sobre sexualidad de manera inadeucada: “En muchos casos tienen situaciones de ansiedad elevada, de vacío, incluso deseos autolíticos porque están en una angustia vital profunda”.

Y es que Elena Arderius ha puesto el foco también en que la ideología de género también está generando confusión entre los pequeños, lo que afecta en sus relaciones: “Los niños necesitan estructurar su cerebro y conocer el mundo que nos rodea, y eso lo tienen que generar adultos de confianza”, ha señalado.

Religión