Las consecuencias que tuvo para una pareja esta discusión en una tienda de adornos, con cancelación incluida

La pareja recién casada se encontraba en una tienda de Toledo y la tensión entre ellos surgió en plena compra

Tiempo de lectura: 2’

Adrián y Sandra se han casado recientemente pese a la pandemia de la covid-19, y se acaban de comprar una casa en Toledo capital. Ya viven en ella, por lo que las visitas a las tiendas y centros comerciales para decorar el hogar son una constante (más de las deseadas, según revela a Aleluya Adrián), especialmente los fines de semana, cuando la pareja tiene más disponibilidad horaria.

Hace un par de sábados, el matrimonio acudió a un establecimiento de grandes dimensiones para comprar artículos de decoración, cajones y baúles donde guardar ropa y otros enseres de poco uso (a veces nulo). La compra transcurría con normalidad hasta que llegó el momento de decidir lo que iban a colocar encima del cabecero del lecho conyugal.

La decoración del cabecero fue motivo de disputa entre la pareja

Tanto Adrián como Sandra son católicos practicantes, pero discrepaban en este aspecto, ya que Adrián abogaba por un cuadro de estilo abstracto, mientras que Sandra tenía como preferencia, o al menos en mente, el clásico crucifijo o alguna imagen religiosa, ya que en su dormitorio de toda la vida, la de la casa de sus padres, tenía un cuadro de la Virgen del Sagrario (patrona de Toledo). "Así me siento protegida. No me siento a gusto sin una imagen sagrada", confesaba en declaraciones a Aleluya.

ctv-wm1-cabecero

Hubo un momento de tensión en la tienda entre ambos por este asunto, que aunque pueda parecer menor, no lo es cuando la fe se vive de manera intensa. De hecho, aquel día se marcharon de la tienda dejando para otra ocasión el asunto del cabecero hasta que hubiese acuerdo entre ambas partes.

Pero como decimos, la tensión estuvo presente durante el resto del sábado. Tanto es así que incluso cancelaron una cena con otra pareja por el pequeño enfado. Y todo por un cabecero de la cama. Una decoración íntima pero importante, como todo lo que rodea a la habitación de un matrimonio, que reúne recuerdos, objetos cargados de simbolismo, secretos compartidos...

El desenlace de la historia llegó donde menos se esperaba

Cuando las aguas volvieron a su cauce, retomaron este tema de una manera más sosegada. En la medida de lo posible, Adrián y Sandra buscaron una solución que contentara a ambos. La solución no se esperaban que estuviese tan cerca. Sin ir más lejos en casa de los padres de Sandra, en cuya habitación se encontraba uno de los cuadros más célebres de Salvador Dalí: 'El Cristo de Dalí',también conocido como 'El Cristo de San Juan de la Cruz', en la que aparece Jesucristo crucificado tomado en perspectiva y visto desde arriba.

ctv-gml-dali

Se trata de un cuadro que, hace unas décadas, era frecuente que estuviese en muchos hogares españoles, de ahí que los padres de Sandra se hicieran con él a finales de la década de los ochenta. Con el paso de los años, Sandra le tomó cariño al cuadro de Dalí, y Adrián tampoco veía con malos ojos el estilo surrealista de la obra, que se conserva (el original) en el Museo Kelvingrove, en Glasgow.

ctv-zbj-museo

Así las cosas, el joven matrimonio se animó a encargar el cuadro no sin ciertas dudas previas, ya que a Sandra no le convencía repetir la misma obra que se encuentra en la habitación de los padres, pero tras mucho pensárselo accedió, ya que "no solo me siento protegida por Cristo, sino que me hace sentirme cerca de mis padres", reflexionaba Sandra, que puso fin a esta pequeña "pelea de enamorados".

Religión