La archidiócesis de Madrid reactiva el proyecto de acompañamiento a personas mayores para estas Navidades

Durante la primera ola del coronavirus más de 200 voluntarios se apuntaron para atender a aquellas personas que se encontraban en situación de vulnerabilidad

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Durante el primer Estado de alarma, el Arzobispado de Madrid, junto con Cáritas Diocesana de Madrid, habilitaron un teléfono para acompañar a personas mayores solas y que, en no pocas ocasiones, se encontraban en situación de vulnerabilidad.

En este tiempo se ha seguido atendiendo a aquellas que lo necesitaban y ahora, ante la llegada de la Navidad, según se puede leer en la página web del Arzobispado de Madrid​, se ha visto la conveniencia de reactivar el teléfono.



Al llamar al número 696 98 78 85, se anotarán los datos de la persona, se verán sus necesidades y se le pondrá en contacto con un voluntario preparado para ello. Se establecerá una rutina diaria de seguimiento y conversación y la atención será en todo momento gratuita y no habrá desplazamientos a domicilios.

Consejos y refuerzos positivos para animar a las personas mayores

Durante la primera ola se ofrecieron 200 voluntarios en menos de 24 horas y Pilar Algárate, responsable de Voluntariado y Formación de Cáritas Diocesana de Madrid explicaba que "la mayoría de las personas que atendemos son mayores, rondan los 80 años, con hijos y nietos, y que están solas porque no se las puede acompañar para evitar el contagio y que tienen momentos del día, sobre todo por las mañanas, en los que, por estar los hijos teletrabajando, no pueden charlar con ellos".

A los voluntarios se les entrega una guía de acompañamiento en la que se recoge, entre otras cosas, que la llamada no debe durar más de 25 minutos, que ha de ser diaria a una hora que se fija de antemano con el acompañado, y que hay que dejar hablar a la persona beneficiaria del servicio. Y, sobre todo, como indica la responsable de voluntariado de Cáritas Madrid, «que la conversación sea distinta a todo lo que está pasando». "Son personas que viven con muchos miedos, que, además, al estar solas, escuchan mucha televisión. Así que tratamos de que en estas conversaciones se hable de algo diferente a lo que se cuenta en la tele para que, durante un rato, se evadan" explicaba Pilar.

Aunque el objetivo de la llamada es acompañar con una charla, lo cierto es que durante la conversación van surgiendo consejos y refuerzos positivos. «Es verdad que los mayores suelen tener horarios y rutinas, pero los animamos a que se muevan y sobre todo les recordamos que no pueden salir. Porque aunque sean personas que ya no salen mucho a la calle, el saber que tienen que estar confinados les generaba, sobre todo al principio, cierta ansiedad y depresión»

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