Cataluña y Palestina recaudan fondos en favor de Gaza ante 30.000 espectadores en Montjuic

Un total de 30.018 personas asistieron este martes al Estadi Olímpic Lluís Companys para vivir el partido amistoso entre las selecciones de Cataluña y Palestina, en una jornada festiva y solidaria en la que se pidió la libertad del pueblo palestino.

Barcelona cogió el testigo de Bilbao, que el sábado había acogido el amistoso entre las selecciones basca y palestina con más de 50.000 personas en las gradas de San Mamés.

La recaudación del partido de este martes del Estadi Olímpic Lluís Companys se destinará íntegramente a la ayuda humanitaria y a la reconstrucción de Gaza.

PRESENCIA DE VARIAS PERSONALIDADES

El entrenador del Barcelona, Hansi Flick, y la activista climática Greta Thunberg fueron algunas de las personalidades más destacadas que presenciaron un encuentro en el que también acudieron políticos como el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, el presidente del Parlamento catalán, Josep Rull, y Pere Aragonés, expresidente de la Generalitat de Cataluña, entre otros.

Desde dos horas antes del duelo ya desfilaba gente hacia la montaña de Montjuïc. Al mediodía se anunció que se habilitaba un servicio de autobuses porque ya se habían superado las 30.000 entradas.

Fue desde primera hora de la tarde una jornada festiva y solidaria, de hermandad: de camino al estadio algunas personas comentaban que aplaudirían los goles de los dos equipos e "incluso" al árbitro.

BUENA ENTRADA Y BUEN AMBIENTE EN MONTJUIC

Las banderas de Cataluña y Palestina se mezclaban y los pañuelos palestinos aparecían por todos lados. A las puertas del campo había colas para comprar entradas a última hora.

El primer aplauso de la tarde llegó 50 minutos antes del encuentro, cuando salieron a calentar los porteros y los jugadores de la selección palestina. Lucían una camiseta con el lema 'para la esperanza'.

Mientras tanto, los dos 'speakers' del partido recordaban que el fútbol puede ser una "herramienta para denunciar, para construir y para unir" y presentaban "una fiesta de la paz".

Según la Federación Catalana, el duelo suponía "un gesto de fraternidad deportiva y compromiso social" para poner en valor "el papel del fútbol como herramienta de unión, solidaridad y visibilidad internacional".

El estadio se iba llenando y el público también aplaudió la entrada de la selección catalana y las actuaciones musicales y de grupos de cultura popular y tradicional, con 'bastoners', 'castells', 'gegants' y 'grallers'.

Justo antes del partido una 'enxaneta' coronó un 'castell' con la bandera palestina. Una lona con el lema 'Football for peace' cubría el círculo central y en los fondos empezaron a aparecer pancartas de grandes dimensiones con frases como "la ocupación es un crimen". Los jugadores saltaron al césped acompañados de niños con un pañuelo palestino.

Una formación con más de cien miembros interpretó los dos himnos y acto seguido se guardó un emotivo minuto de silencio en recuerdo de los más de 400 futbolistas, entrenadores y árbitros muertos en Gaza.

Con el inicio del partido empezaron los gritos en contra de Israel y sobre todo a favor de la libertad de Palestina, la nota dominante en una tarde de solidaridad que llevó más de 30.000 personas a Montjuïc.