El periodista y sacerdote Josetxo Vera ha dedicado su nueva entrega de ‘Siempre aprendiendo’ a analizar el documento 'Fieles al envío misionero' que recoge las orientaciones y las líneas de acción para la Conferencia Episcopal Española en los cuatro próximos cursos pastorales (2021-2025), y que presentó hace unos días el presidente de la Conferencia Episcopal Española y su Secretario General, el cardenal Juan José Omella y Mons. Luis Argüello, respectivamente.

Unas orientaciones para la misión de las oficinas de la CEE y que responde a una pregunta: ¿Cómo evangelizar en la actual sociedad española? El documento consta de cinco partes, de las cuales se desarrollan las tres primeras en ‘Siempre aprendiendo’.

Análisis de la época actual

La sociedad está en un cambio de época, al igual que la Iglesia: podemos decir que este cambio la percibió la Iglesia hace 60 años durante el Concilio Vaticano II. Un cambio que en los últimos años se está acelerando. El documento establecía que ese cambio que anunciaba la Iglesia y se percibe hoy en día es el de una sociedad desvinculada, en la que se descosen las fibras que unían a la sociedad. Ahora la sociedad se está haciendo insegura, prima la desconfianza y crece el enfrentamiento.

Nuestra propuesta desde la CEE para este tiempo es una Iglesia en salida misionera para hacer visible que la vida religiosa en este tiempo Dios aporta certeza y esperanza. Juan Pablo II y Benedicto XVI ya hablaban de un tiempo de relativismo. En la cultura presente el relativismo ha dado paso a un capitalismo moralista que impone valores y estilos de vida, que dice el modo de vida conveniente. Un criterio neoliberal.

En medio de esta dificultad, la Iglesia apuesta por valores absolutos, que la verdad existe y es reconocible. Que el bien y la belleza tienen su lugar, que la vida tiene sentido y se encuentra en el amor a Dios y al prójimo. El documento señala que la transformación de la familia es consecuencia y causa de la aceleración del cambio y su repercusión en la transmisión de la fe que vive con dolor la secularidad, que a su vez influye en la transmisión de la fe.

Esto deteriora la familia tradicional, y esta crisis de la familia contribuye a impulsar el declive religioso. Es el momento de una nueva Evangelización, que demos testimonio de nuestra santidad y una vida comunitaria donde haya lazos fuertes entre las personas.

La situación de la Iglesia

Pone tres focos: en lo que dice Jesús, el Papa Francisco y lo que dice y hace la CEE. Lo que dice Jesús es que la Iglesia tiene que ser fiel al doble mandato: “Id y anunciad el Evangelio” y “haced esto en conmemoración mía”. Dios es el motor donde ponemos la obediencia para ir a todo el mundo. Este mandato de anunciar el Evangelio en todo el mundo se debe vivir con fidelidad en la actualidad.

Se nos pide ser fieles a lo que se nos pide y a estar atentos a la novedad que marca la vida de la Iglesia en su contexto presente. Por ello, hay que discernir entre la fidelidad al mandato del Señor y la novedad que marcan los tiempos.

El Papa Francisco nos habla de las dificultades, entre ellas la mundanidad espiritual, es decir, vivir la vida espiritual según el criterio de la mundanidad, o la crisis del compromiso comunitario. La gente va a la Iglesia para saber qué puede hacer la Iglesia por él, en lugar de al revés.

Por ello, el Santo Padre marca dos objetivos para anunciar el Evangelio: la familia y los jóvenes, que son los protagonistas de la misión de la Iglesia.

El tercer punto es lo que dice la CEE, fruto del Congreso de Laicos celebrado en febrero de 2020, y que estableció cuatro líneas para la acción pastoral: anunciar a Jesucristo; el acompañamiento a las personas espiritualmente y con cercanía; la formación y ayudar al cristiano a conocer la fe y, por último, la presencia en la vida pública.

Plan de acción que se plantea la CEE

El mensaje central es decir que Dios existe y que es bueno creer en Él. Hacerlo con audacia y esperanza ante una sociedad con el corazón inquieto y sediento de Dios, aunque no lo sepa.