Te quiero contar ahora la historia de Iván Pozuelo. Mira, él ha dedicado toda su vida profesional a la docencia. Quince años haciendo lo que más le gusta que es enseñar francés a los alumnos de secundaria a los que da clase en un instituto de Gijón, donde nació hace 47 años. Sin embargo, su carrera peligra y todo por ser generoso. De momento, está cumpliendo ocho meses de suspensión de empleo y sueldo por tener una visión docente un tanto diferente al resto.

Y ha sido precisamente esta decisión, la de poner dieces a todos sus alumnos, la que le ha traído los problemas a los que se enfrenta ahora. Nos recuerda un poco al profesor de “El Club de los poetas muertos”. En la cinta, el docente no duró ni un curso escolar por sus particulares métodos de enseñanza. En el caso de Ivan, sin embargo, la suspensión llega quince años tarde. Sólo se produjo después de que Iván diera una entrevista a la prensa de Gijón con opiniones que no gustaron a cierta parte del profesorado.

Tras salir la noticia, se celebró un claustro en el Instituto Universidad Laboral de Gijón en el que Iván no participó y en él se criticó su manera de enseñar. Tras este encuentro, en el que como te digo no se pudo ni defender, fue cuando se inició el proceso sancionador con un informe de más de dos mil páginas en el que se enumeraban hasta cinco infracciones graves. En ningún momento se tuvo en cuenta la dedicación del docente. En COPE hemos podido hablar con él y nos ha explicado porqué utiliza este poco ortodoxo método de enseñanza.