Marian López, asesora financiera: "Todo el mundo debería de tener el equivalente entre 6 y 12 nóminas ahorradas en el banco. No es cosa de ahorrar mucho dinero, sino de ir poco a poco"
Carlos Moreno 'El Pulpo' se centra en los mejores consejos para ahorrar y, también, cómo podemos reducir el gasto que hacemos cada mes
Madrid - Publicado el
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Los españoles sienten que su economía doméstica se tambalea. Los datos lo confirman: según una encuesta de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), el 55% de los ciudadanos cree que la situación económica actual es peor que antes de la pandemia, y el 90% asegura que los salarios han perdido poder adquisitivo. La inflación, la vivienda y la alimentación se llevan la mayor parte del presupuesto familiar, y cuatro de cada diez hogares admiten tener dificultades para llegar a fin de mes.
En este contexto, Poniendo las Calles ha abordado una cuestión que preocupa a todos: cómo organizar las cuentas y lograr ahorrar algo cada mes. Para ello, Carlos Moreno “El Pulpo” ha conversado con Marian López, asesora financiera y experta en neuroeconomía, que ofrece una visión práctica y realista: “Debería ser obligatorio que todos tuviéramos planificados nuestros ingresos y nuestros gastos”, señala con contundencia.
Todo el mundo debería de tener un presupuesto de gastos familiares
“Ahorrar es un hábito, no una meta imposible”
López insiste en que el primer paso para mejorar las finanzas personales es saber exactamente de dónde parte cada persona o familia. “Hay que listar todo lo que se tiene y todo lo que se debe. Es decir, hacer un inventario de activos —como vivienda, coche o ahorros— y de pasivos —como préstamos o hipotecas—. Solo así tendrás una fotografía real de tu situación económica”, explica.
Una vez hecho ese diagnóstico, llega el momento de planificar. Y, según la experta, planificar no es complicado, pero sí requiere disciplina: “Hay que identificar las fuentes de ingresos y clasificar los gastos en tres grupos: fijos, variables necesarios y superfluos”, detalla.
Los gastos fijos son los más difíciles de ajustar —vivienda, seguros, impuestos o préstamos—, pero incluso ahí se puede ahorrar revisando hipotecas o cambiando de compañía. Los gastos variables necesarios, como alimentación o suministros, son más flexibles y se pueden controlar modificando hábitos de consumo. Y, por último, los gastos superfluos —ocio, restauración o caprichos— son los más fáciles de recortar cuando el presupuesto se desajusta.
Es recomendable tener un colchón en el banco por lo que pueda pasar
Uno de los mensajes más repetidos por López es que el ahorro no puede quedar relegado a “lo que sobre”. “El ahorro debe ser un gasto fijo más. Igual que pagas la luz o el alquiler, tienes que pagarte a ti mismo cada mes”, afirma.
La asesora recomienda destinar un mínimo del 10% de los ingresos mensuales al ahorro. Y aunque muchos piensen que es imposible, ella insiste: “No se trata de ahorrar grandes cantidades, sino de generar el hábito. Si un mes puedes guardar 50 euros, perfecto; si puedes 100, mejor. Lo importante es la constancia”.
Su consejo es crear una cuenta aparte, incluso en el mismo banco, para ese dinero destinado exclusivamente a emergencias. “Esa hucha es intocable, es tu colchón de seguridad. Lo ideal sería acumular entre 6 y 12 nóminas ahorradas, para poder afrontar cualquier imprevisto sin endeudarte”, explica.
No se trata de ahorrar grandes cantidades, sino de generar el hábito. Si un mes puedes guardar 50 euros, perfecto; si puedes 100, mejor. Lo importante es la constancia”
Asesora financiera
Los “gastos hormiga”: los enemigos silenciosos del ahorro
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López advierte de los llamados “gastos hormiga”, esos pequeños desembolsos diarios que parecen insignificantes pero que, sumados, pueden suponer cientos de euros al año. “Son los cafés fuera de casa, los aparcamientos, el tabaco o las compras impulsivas. No hay que eliminarlos por completo, pero sí controlarlos. Si tomas un café todos los días, prueba a hacerlo solo dos veces por semana y mete lo que ahorras en tu hucha”, aconseja.
Este tipo de microahorros, aunque parezcan irrelevantes, permiten construir una base sólida sin apenas notarlo. “Si se hace con constancia, en un año se puede tener cubierto ese fondo de emergencia del 10% del sueldo”, asegura.
Otro de los puntos clave para Marian López es la educación financiera desde la infancia. “Es básico involucrar a los niños en la economía familiar y enseñarles a entender el valor del dinero”, destaca. Recomienda que los padres lleven a sus hijos al supermercado y les expliquen cómo comparar precios o aprovechar ofertas. “Es una forma práctica de que aprendan a tomar decisiones y vean lo que cuesta cada cosa”, añade.
Para quienes quieran dar el paso y organizar sus finanzas, López propone apoyarse en herramientas sencillas. “Muchos bancos ya permiten crear huchas virtuales dentro de la misma cuenta. También existe la web de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, finanzasparatodos.es, donde se enseña a hacer presupuestos paso a paso”, explica.
El tema económico no es fácil, pero hay consejos que ayudan
Además, sugiere volver a lo analógico con métodos tradicionales como el kakebo, una libreta japonesa de control de gastos que ayuda a visualizar en qué se va el dinero cada mes. “Lo importante no es la herramienta, sino el hábito de revisar tus cuentas periódicamente”, insiste.
López concluye su intervención con un mensaje esperanzador y realista: “Ahorrar no es vivir peor, es vivir más tranquilo. No hace falta tener mucho dinero, sino ir poco a poco y con constancia”.
En tiempos en los que la inflación aprieta y el futuro económico parece incierto, su receta es clara: planificación, disciplina y educación financiera. Porque, como resume, “el dinero no da la felicidad, pero la falta de control sobre él sí genera mucha infelicidad”.