¿De dónde vienen los refranes?

Los refranes son de las pocas cosas que pasan de generación en generación y que no caducan. “Cada oveja con su pareja”, “más vale prevenir que curar”, “más vale tarde que nunca”, “en boca cerrada no entran moscas”, “al que madruga, Dios le ayuda”, “el que calla otorga”, “en abril aguas mil”… y un gran etcétera.

La RAE define al refrán como “la frase de origen popular repetida tradicionalmente de forma invariable, en el cual se expresa un pensamiento moral, un consejo o una enseñanza”. Vamos que si para algo sirve un buen refrán es para plasmar las lecciones que vamos aprendiendo a lo largo de la vida.
Los refranes han existido prácticamente desde siempre, y no solo en nuestra cultura sino en todas… Los primeros proverbios escritos que se conocen son de la Edad Media. En esta época vemos algunos libros que hablan ya de refranes, por ejemplo el del Rabino Sem Tob de Carrión, el del Infante don Juan Manuel o el del Marqués de Santillana… Pero posiblemente el más conocido sea el de Miguel de Cervantes “El Quijote”, que pone en boca de uno de sus protagonistas: Sancho, miles de refranes.
Aunque cuando alcanzaron su plenitud fue durante el siglo de oro español, es decir, en el siglo 19. Tanto era así que, el 8 de diciembre de 1895 el que era el Director de la Real Academia Española, dedicó, a los refranes, el discurso que leyó en la Academia Sevillana de Letras.

¿Por qué las tortugas duran tantos años?

Las tortugas corren mucho riesgo de ser atacadas por sus depredadores durante los 5 primeros años de su vida. Si en esos 5 años son capaces de sobrevivir entonces tendrán una esperanza de vida de 70 años.
Y es que su caparazón junto a su metabolismo (que es muy lento y puede tolerar largos periodos de sequía) las protege del resto de los animales que las intentan devorar (orcas, mapaches, tiburón blanco, caimán…)