El sínodo llega a las cárceles
En 'Mediodía COPE' ha estado el responsable de la Pastoral Penitenciaria de la Conferencia Espicopal, el padre Florencio Roselló

El sínodo llega a las cárceles
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El proceso sinodal 2021-2023 es la consulta que inició el papa Francisco para que todos los católicos del mundo aporten su opinión sobre cómo debe ser el camino que siga la Iglesia en los próximos años. En esta ocasión se trata de un sínodo sobre sinodalidad.
“Sínodo” es una palabra de origen griego que significa “caminar juntos”, un camino que Francisco quiere que hagan de la mano todos los fieles de la Iglesia. Por eso, este proceso sinodal tiene un formato inédito: hasta abril se está realizando una fase local a través de las diferentes diócesis, después se realizará una segunda fase a escala continental y, por último, en octubre de 2023, tendrá lugar el sínodo de los obispos propiamente dicho.
En esta primera fase, en la que están participando las 70 diócesis en las que está dividida España, se ha llevado el camino sinodal a todos los rincones posibles; también a los centros penitenciarios, donde las “personas privadas de libertad” han acogido la iniciativa con mucha ilusión… y gratamente sorprendidos, como ha contado en COPE la delegada de pastoral penitenciaria de la diócesis de Santiago, Yolanda Sánchez, que ha estado con los internos de Teixeiro durante dos meses para recoger sus impresiones sobre la Iglesia y el sínodo.
"La impresión de los grupos que están trabajando es en primer lugar una sorpresa", ha asegurado el responsable de la Pastoral Penitenciaria de la Conferencia Espicopal, el padre Florencio Roselló en COPE. "Se les pregunta qué opinan de la Iglesia y si se sienten parte de la Iglesia".
Una actividad que realizaron conjuntamente 12 internos en la que aparecieron interesantes reflexiones: para los internos del centro penitenciario de Teixeiro, en A Coruña, la Iglesia es una institución donde aún perduran valores que el resto de la sociedad ya ha perdido.
El papel de Yolanda y el del capellán era únicamente escuchar, que las reflexiones saliesen del propio diálogo entre los internos. Finalmente, después de estas cinco sesiones sobre sinodalidad, se redactó una síntesis que pudieron entregar en persona al arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio. Fue un momento que, nos cuenta Yolanda, significó mucho para ellos.
Entre las conclusiones extraídas, que la Iglesia realizaba una importante labor dentro de las cárceles, que los ayudaba a desahogarse y humanizaba la institución penitenciaria, que la Iglesia prodiga un mensaje de fraternidad y que, sin embargo, cuesta que llegue a los más jóvenes.