Hasta ahora lo veíamos solo en las películas, pero puede que dentro de poco nos podamos ver montados en un tren que bien podríamos describir como un “tren-bala”. Atención porque en él podemos llegar a alcanzar una velocidad de 1.000 kilómetros por hora.

El proyecto se llama Hyperloop y acabamos de conocer que David Pistoni, uno de sus impulsores, ha recibido el premio a la Innovación creada en Europa que otorga el Instituto Europeo de Innovación y Tecnología.

¿Y cómo es este mezcla entre tren y avión? Precisamente se lo hemos preguntado al premiado, el director general de Zeleros, que es la empresa que está desarrollando este proyecto y que está formada por graduados de la Univesidad Politécnica de Valencia. En Mediodía COPE, David Pistoni ha definido este nuevo medio de transporte: “Consiste en introducir un tren en unos tubos en los que hemos sacado el aire y así conseguimos reducir el rozamiento y podemos ir a mayores velocidades con un consumo energético más bajo”.

Sí, parece ciencia ficción pero es real. Estamos hablando de un tren en el que pueden ir tanto viajeros como mercancías y se traslada por tubos al vacío. Esos tubos viajan mediante levitación magnética, así que se evita la fricción que tiene un tren al uso.

La velocidad que alcanza es de vértigo y además consume muy poco porque hablamos de vehículos totalmente eléctricos que funcionan con baterías.

La idea no es que sustituya los aviones o los trenes de alta velocidad, sino que los complemente. Sería como ir montado en el metro pero con la velocidad de un avión.

Conocer en cuánto tiempo nos podríamos trasladar de esta manera de una ciudad a otra en este tren de altísima velocidad impresiona: “Un Madrid-Valencia sería unos 20 ó 25 minutos y un Barcelona-París sería 1 hora y 20 minutos aproximadamente” asegura Pistoni.

En 9 años nos podremos ver montados en este híbrido tren-avión, así que habrá que ir pensando en cual será el próximo reto a nivel de transporte porque con los años, todo se termina fabricando.