Es probable que haya escuchado este término: Gripalizar la COVID. No es otra cosa que empezar a tratar el coronavirus como una gripe. Una enfermedad que siempre va a estar ahí pero a la que sabemos combatir.

Es, en síntesis, lo que ha anunciado el presidente Pedro Sánchez, que el Gobierno lleva "semanas" trabajando en un plan para tratar al coronavirus como una "enfermedad endémica" similar a la gripe.

¿Se parecen el virus de la gripe y el coronavirus?

Son muy parecidos en la forma de propagación: por vía aérea mediante pequeñas partículas que quedan en el aire cuando respiramos o hablamos en nuestra vida cotidiana.

En ambos casos, tanto en el Covid como en la gripe, se puede estar contagiado sin aparición de síntomas y, obviamente, se puede contagiar a los demás sin ser conscientes de que estamos infectados. Se parecen sí, pero son también muy diferentes.

Se puede ver en tres parámetros concretos:

El primero es el de la mortalidad. La última temporada de gripe previa a la pandemia, es decir, la de 2018-2019, se confirmaron en España 490 mil casos que dejaron 6.300 fallecidos. La tasa de mortalidad fue del 1,28%.

En el caso del coronavirus, desde que España detectó la variante Omicron, se han infectado más un millón de personas, pero la tasa de mortalidad ronda el 1%.

El segundo parámetro sería el de la transmisión, donde el coronavirus gana con bastante diferencia ya que ha propagado con mucha más facilidad que el virus de la gripe.

Y un tercer factor es el de la vacunación. Ambos virus provocan una mortalidad mucho más alta en la tercera edad, especialmente en enfermos de gripe, donde la edad media de los fallecidos es de 81 años. Sin embargo, solo el 54% de los mayores de 65 se vacunó en 2018 contra la gripe mientras que contra el coronavirus la vacunación en mayores ronda el 100%.

Hasta ahora se ha considerado al coronavirus mucho más peligroso y es lógico teniendo en cuenta su transmisión y el daño que ha causado. Solo en España la cifra de muertos “oficiales” supera las 90 mil personas y ha puesto en jaque al sistema sanitario.

La cuestión es si ahora, tras 2 años de pandemia y con la vacunación muy avanzada, se puede pasar a otra fase o es pronto todavía porque el coronavirus sigue siendo un enemigo peligroso con mucha capacidad de mutación.

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Hay división en la comunidad científica: por ejemplo, la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria considera que ha llegado el momento de dar el paso porque los esfuerzos sanitarios intentan un imposible, que es frenar la circulación del virus en lugar de centrarse en proteger a los más débiles. Proponen incluso eliminar cuarentenas y mascarillas y volver a la interacción social.

Ángel Gil de Miguel es catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. En Mediodía COPE ha explicado una de las diferencias fundamentales entre la gripe y el COVID: “La primera de ellas es que cuando surge esta enfermedad, el 100% de la población española éramos vulnerable a ella, pero llevamos muchísimos años con un virus gripal, que circula de forma estacional y nos hemos ido sensibilizando poco a poco durante el tiempo y esta situación evidentemente con el coronavirus todavía no se da”.