800 kilómetros entre Roncesvalles y Santiago de Compostela que han cambiado la vida de Oliver y su hermano Juan Luis, con parálisis cerebral que han querido demostrar que los límites están en nuestra cabeza.

¿Cómo lo han conseguido?, ¿cómo ha podido Juan Luis, en su silla de ruedas recorrer esos 800 kilómetros? Esta es la respuesta que encontramos en el blog caminosinlimites.com que han ido escribiendo según hacían camino al andar:

"Uno de los propósitos de nuestro proyecto es mostrar al mundo la realidad a la que se enfrentan día a día todas las personas con discapacidad y movilidad reducida. Para ello, decidimos recorrer los casi 800 kilómetros de Camino Francés siguiendo la ruta tradicional, sin tomar alternativas por carretera, y compartiendo nuestra aventura junto a los miles de peregrinos que nos cruzaríamos en el camino.

Queríamos demostrar que las barreras mentales son los primeros enemigos a los que nos encontramos a la hora de emprender una idea, un proyecto o cualquier otro paso a dar en la vida. Emprendimos el camino en solitario, pero muy pronto forjaríamos una gran familia en el camino que no mostraría, una vez más, que los únicos límites que existen son los que nosotros mismos nos ponemos".



"Ha sido la forma de sobrepasar todos los límites posibles" porque Juan Luis, Juanlu "nació bien, pero a las dos horas de nacer tuvo una parada cardíaca, una muerte súbita y la falta de oxígeno que no llegó al cerebro le afectó al sistema motor, al sistema muscular que le obliga a ir en silla de ruedas. Pero es una de las personas más activas que conozco y un ejemplo para todo el mundo, practica varios deportes y está siempre activa y luchando por sus derechos y por la movilidad. Es un ejemplo a seguir".


¿Habéis tenido un momento de decir lo dejamos? "La más dura fue la primera, el primer día comenzamos tarde la jornada, nos cayó un diluvio universal, nos vimos a las cuatro de la tarde en lo alto de una montaña, y nos preguntamos es una señal para dejarlo, volver a casa o tirar para adelante y todo va a salir mejor y va a salir bien. Tomamos la segunda opción y la vida nos dio todo para completar la hazaña".

Oliver y Juanlu han contado con la ayuda de su madre que les esperaba al final de cada etapa pero sobre todo han contado con la solidaridad del resto de peregrinos, "decidimos hacer el Camino por la ruta tradicional y hay muchos tramos complicados y nos tenían que ayudar con cuerdas a subir la silla de ruedas o coger a mi hermano y luego la silla de ruedas y así 40 días".