Desde esta mañana se encuentra reunida en Madrid la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española. Es el órgano superior de la institución y se convoca dos veces al año. Se trata de la reunión de todos los arzobispos y obispos de España. En su discurso de apertura, el presidente de la Conferencia, el cardenal Juan José Omella, ha pedido a los líderes políticos y sociales bajar el actual clima de crispación social y trabajar para el interés general.

El cardenal Omella también ha indicado que cualquier acuerdo que pretenda modificar nuestra Constitución debe contar con una mayoría muy cualificada de toda la sociedad. En este discurso, el presidente de la Conferencia Episcopal también ha señalado varios “retos” a los que se enfrenta la sociedad española. Entre ellos el aumento de la pobreza, la desigualdad y la injusticia social.

El presidente de @Confepiscopal@OmellaCardenal pide a la clase política diálogo social “entre todas las instituciones sin cordones sanitarios ni exclusiones"https://t.co/ZfyCX4FbiI

— Ecclesia COPE (@ecclesiacope) November 20, 2023

En esta Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal, que va a celebrarse hasta el viernes, se encuentra el obispo de Astorga y presidente de la Subcomisión Episcopal de Acción Caritativa y Social de la Conferencia Episcopal, Jesús Fernández: “Lo que más nos preocupa es la situación de muchas personas que viven dificultades. Se ven afectados por la violencia, la polarización y la pobreza. Nos preocupa como pastores y como personas con corazón. Debe ser una economía que ponga al ser humano en el centro que no busque el negocio por el negocio. El ser humano debe ser el valor superior y especialmente aquellos que tienen mas dificultades para sobrevivir. Muchas familias no tienen lo suficiente para poder vivir".

Ayer la Iglesia celebró la Jornada Mundial de los Pobres. Según Cáritas, en España hay alrededor de 11 millones de personas que viven en situación de exclusión social: “Realmente no están participando de la vida social en condiciones de igualdad con el resto de personas. La labor de la Iglesia es muy importante. Damos una acogida primera para que las personas sientan la dignidad que tienen”.