La matrona granadina que ayudó a una refugiada siria a dar a luz tras el terremoto en Turquía: “Es especial”
Turquía sigue sumida en el caos tras el último temblor de 6,4 que azotó el país el pasado lunes
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Redactora
Tiempo de lectura: 3'Actualizado 14:35
La tierra sigue temblando en Turquía, no ha dejado de hacerlo desde que el pasado 6 de febrero un fuerte terremoto de 7,6 despertara a la población de madrugada. Y, cuando el país está intentando recuperarse, de nuevo este lunes otro fuerte temblor, esta vez de 6,4, sacudió de nuevo el país sembrando el pánico entre los ciudadanos.
Pasados 17 días del primero de los terremotos son muchas las personas que siguen trabajando sin descanso en labores de rescate de personas atrapadas bajo los escombros. Mucha, también, la ayuda que ha sido desplazada desde distintos países para colaborar en el caos que vive Turquía tras los fuertes temblores que ha vivido.
Las cifras de este último terremoto estiman unas seis fallecido y más de 700 heridos, además de nuevos derribos de edificios que a duras penas se mantenían en pie. Al miedo, a la inestabilidad de los edificios hay que sumar también la falta de tiendas de campañas donde puedan refugiarse los afectados, lo que hace que éstos busquen en las construcciones dañadas refugio para aislarse del intenso frío.
La presión sanitaria en la región es extrema. Hay más de 100.000 heridos en la zona de la catástrofe, que tiene una superficie de 100.000 kilómetros cuadrados, y se teme que, con las tareas de búsqueda de supervivientes casi concluida, puedan haber decenas de miles de cuerpos entre los escombros.
Los supervivientes se enfrentan desde hace días a riesgos sanitarios que van desde las complicaciones de sus fracturas y heridas, a enfermedades infecciosas y brotes de cólera por falta de medidas higiénicas y saneamientos. En las once provincias afectadas, se estima que hay 226.000 embarazadas, de las que unas 25.000, asegura Naciones Unidas, darán a luz en el plazo de un mes. Lo que eleva aún más la presión sanitaria en la región.
"Completamente aterrorizada": así está la población turca
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Elena Corral, es matrona del Hospital Clínico de Granada y desde hace algunos días trabaja en Turquía ayudando en el hospital de campaña que laAgencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) ha levantado en la ciudad de Alejandreta. Asegura Elena en 'Mediodía COPE' que tras el fuerte temblor que han vivido esta semana en el país “el escenario ha cambiado drásticamente” y se ha producido una “afluencia enorme de pacientes y muchísima gente con ataques de ansiedad y pánico”. Confiesa esta matrona que “la población turca está aterrorizada y se te hiela el alma”.
Pero, a pesar de ese pánico, ese miedo, ensalza Corral “la amabilidad de los turcos”, que incluso en esta dramática situación que está viviendo te agradece lo que hacemos por ello como el gesto de una madre que “al escuchar el corazoncito de su bebé me lo agradeció dándome un abrazo llorando”; algo que asegura “se te queda grabado”.
Tras el último temblor cuenta Elena que “el trabajo ha cambiado mucho porque el único hospital que permanecía abierto ha cerrado”.
El especial momento que vivió Elena en Turquía con una mamá siria
En ese hospital de campaña en el que trabaja y colabora la matrona granadina atienden “muchos controles de embarazo”; y aunque explica que a la hora dar a luz “las mujeres se trasladan a unos 40 kilómetros de los que nos encontramos” sí que recuerda Elena el único parto que han atendido allí.
“Era una mujer, una mamá refugiada Siria”, relata la matrona de aquella “especial experiencia” que vivió hace unos días. Cuenta Elena que fue “especial” porque se trata de “una pareja que ha vivido de por sí una guerra, que son refugiados, que viven en una tienda de campaña con 15 personas más… a lo que hay que sumar el hecho de vivir el miedo de un terremoto. Una situación dura”.
Aunque parezca mentira y ante todo el mal que rodea a Elena: edificios destruidos, calles desaparecidas, fallecidos, heridos, mujeres asustadas… a esta matrona granadina se le escapa una pequeña sonrisa, fruto de la emoción y esperanza en estas situaciones, al recordar “el especial momento de poder ayudar a esta mamá a traer a su bebé al mundo”.
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