De ingeniero en Valencia a misionero: Así cambió la vida de Alejandro Bo en su primer año de carrera

En 'Mediodía COPE' presentan la historia del joven valenciano que nació en el seno de una familia practicante y abandonó su vida para acercarse al cristianismo

Borja Cuñado

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La historia de Alejandro Bo, misionero laico originario de Valencia, pertenece a una familia cristiana que había estudiado en un colegio con valores religiosos. No obstante, Alejandro era una persona poco practicante. Pese a ello, su vida dio un giro total cuando cumplió la mayoría de edad, justo en su primer año de carrera, se convirtió. Fue ese momento en el que entró a formar parte de la Comunidad Fe y Vida, donde sintió una enorme atracción hacia la Misión.

En 'Mediodía COPE' han querido conocer su historia y cómo fue el proceso que le llevó a convertirse, tras unos años en los que tuvo dudas sobre la fe. Alejandro Bo considera que "la conversión partió del testimonio de jóvenes de mi edad, que veía que tenían una vida de fe muy real, una relación con Dios muy real y de la que hablaban sin ningún tapujo".

Una vez que Alejandro terminó la universidad, se graduó en ingeniería y comenzó a trabajar en el sector. Una vida normal, rodeado de los suyos, con trabajo y amistades sanas, era feliz, pero sentía un pequeño vacío en su interior... Dios le pedía algo más. Dejó su trabajo y creó su propio proyecto cristiano: la fraternidad misionera.

Una institución de vida consagrada de la Iglesia Católica donde la misión principal es la evangelización, inspirada en la Palabra de Dios. "Somos un conjuntos de laicos que queremos dedicarnos a tiempo completo a la misión. Hemos sentido la llamada y creemos que es lo mejor a lo que podemos dedicar nuestra vida", añadió Alejandro.

Comunidad Fe y Vida: reunión de jóvenes

Mayor evangelización

Alejandro es misionero a tiempo completo desde el año 2017. Esta labor lo hace junto a un conjunto de jóvenes que procesan de igual modo la fe y que también sintieron la llamada. No obstante, como en todo en la vida, hay un momento de crisis. Se dieron cuenta de que existía una necesidad de evangelizar. El nicho era las redes sociales, un lugar en el que profesar la palabra del señor y que sería un altavoz que traería mayores beneficios. 

El proyecto nació de la necesidad de ocupar un nicho que no estaba anidado. Esto se dio al poco de que Alejandro Bo diese el salto a ser misionero: "Creé un canal en YouTube donde intento mostrar la visión cristiana de la vida en asuntos muy variados e intentando responder cuestiones de actualidad desde el punto de vista cristiano".

La comunidad no para de crecer y cada vez son más los curiosos que se pasan por los perfiles en redes sociales de Alejandro Bo. Hay un formato que genera bastantes interacciones y ha tenido éxito a la hora de enganchar al público: el de las reacciones. "Consiste en reaccionar a lo que dicen famosos o youtubers a cerca de Dios o el cristianismo e intentar responder con argumentos a ese juicio o ataque que han hecho", señaló el misionero.