María Jesús y Juan son un matrimonio de Alcantarilla, en Murcia. Hace unos días conseguían recuperar a Curro, su perro, que había sido robado de una finca que tienen en las proximidades de la localidad murciana.

A Curro le habían dejado en la finca porque se encontraba un poquito pachucho y lanzaba quejidos "para que no molestara a los vecinos y como  tenemos la finca, él iba a estar allí también más tranquilo". La sorpresa se la llevaron a la mañana siguiente cuando fueron a verle y no estaba.

A los pocos días ven en Internet un anuncio de venta de un perro igual que Curro y van a la Policía para denunciar la desaparición y la venta fraudulenta. También deciden quedar con la persona que había puesto el anuncio haciéndose pasar por una pareja interesada en comprar.

Acuden al lugar de la cita, "un lugar público como nos había dicho la Policía" y el anunciante acude con Curro y con un niño. "Nada más vernos, Curro se viene conmigo" cuenta María Jesús que denuncia que "nos lo querían vender por 100 euros". "Le decimos que es nuestro perro y que nos acompañe a comisaría para que lo comprueben con el chip", sigue relatando María Jesús, "entonces él tipo se va y deja al niño al que dice que no nos lo dé si no le damos el dinero".

Este matrimonio murciano se niega, dicen que van a llamar a la Policía y así consiguen que les entreguen a Curro que ya está feliz de nuevo en casa.

La moraleja de esta historia es que con el chip este matrimonio hubiera demostrado que Curro era su perro, de ahí la importancia de tener identificada a nuestra mascota para evitar que si se pierde o nos lo roban puedan hacer negocio con él.