Es una de las tradiciones más antiguas y más conocidas de la Semana Santa en España, y no hablamos sólo de las procesiones porque en distintas ciudades de nuestro país es costumbre que por estas fechas se indulte a un preso.

Este año, el Gobierno va a indultar a 6, son las propias cofradías las que solicitan los indultos, generalmente para personas de su provincia: 4 de ellos fueron concedidos en el Consejo de Ministros de la semana pasada.

Todos son presos que han sido condenados por tráfico de estupefacientes, por apropiación indebida, por robo con fuerza, por falsificar tarjetas o por delitos contra la propiedad industrial.

En nuestro país, el indulto está regulado en una ley de 1870 que fue modificada en 2015. Esta legislación marca tres motivos para conceder este derecho: justicia, equidad y utilidad pública.

La decisión de si se otorga o no se delibera en el seno del Consejo de Ministros y en la práctica suele concederse a personas que han cometido delitos menores.

Además, siempre se tiene en cuenta: el comportamiento del reo en prisión, sus circunstancias personales y el grado penitenciario en el que se encuentra. La mayoría de los indultados suelen estar ya en tercer grado.

Es curioso, que con Pedro Sánchez que indultó a los condenados del procés, los indultos por Semana Santa han descendido considerablemente. Hubo más indultos de este tipo en el gobierno de Mariano Rajoy; en el año, 2013 se llegó a batir el récord con 21 indultos. En 2020 por motivo de la pandemia no se dieron indultos y el año pasado se concedieron 8.

Entre los indultados de este año se encuentra Antonio. Un malagueño condenado a tres años de prisión y una multa de 1.000 euros por tráfico de drogas. Actualmente ya estaba en tercer grado, y confiesa que ha sido “una sorpresa muy grande y estoy demasiado contento por esta nueva oportunidad para poder estar con la familia, seguir trabajando y cambiar la vida”.

La Cofradía encargada de pedir el indulto de Antonio ha sido la de Jesús El Rico de Málaga. EsteMiércoles Santoen su procesión se llevará a cabo la ceremonia en la que se oficialice esta liberación.

En Málaga, la tradición de liberar un preso en Semana Santa viene del siglo XVIII. Cuenta la tradición que en el 1759 con motivo de la peste se suspendieron las procesiones, pero los reclusos de la prisión se amotinaron, escaparon y llevaron al Cristo en hombros por las calles. Al terminar la procesión, volvieron a sus celdas y días después la epidemia de peste remitió.

Por ello, Carlos III les concedió el privilegio de liberar a un preso cada Semana Santa, que sólo se ha interrumpido durante la Guerra Civil como nos cuenta en ‘Mediodía COPE’ Ramón Varea, Hermano Mayor de esta Cofradía.

Además de explicar cómo se realiza este proceso por el que se solicita el indulto del preso, señala que el único requisito que se establece es que el penado “tiene que estar cumpliendo la condena en un centro penitenciario de Málaga”.

• Left6:No existe configuración de publicidad para el slot solicitado

Por las características de los presos que hay en los centros penitenciaros malagueños, el perfil de los que son indultados por esta Cofradía como nos cuenta Varea “están vinculados a temas de estupefacientes u otras drogas”.

Este es, sin duda, “uno de los momentos más entrañables de Cofradía, cuando s ele comunica al penado que ha sido el beneficiario de este privilegio” y poder ver su reacción en la que hay “llanto, alegría, ilusión y las ganas de comunicárselo a la familia”, nos describe el Hermano Mayor.