
Pilar G. Muñiz: "Cada reducción de pena a un violador supone una condena emocional para la víctima"
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En un día marcado por la tensión en Pamplona, donde Bildu, se ha hecho con la alcaldía gracias a los votos de los concejales del PSOE... enseguida volvemos a la capital Navarra...
Pero por lo pronto a este año le quedan 3 telediarios, literalmente, y en estas horas se hace balance de muchas cosas... Algunas, incluso que ya dábamos por amortizadas...
Te acuerdas de la “Ley del Sólo Sí es Sí” que el gobierno tuvo que reformar en abril de este año... Seguro que las victimas de los agresores sexuales que han quedado libres se acuerdan y mucho de esta ley...
Ya hemos perdido la cuenta de los abusadores o agresores sexuales que han visto beneficiados por esta norma... Quienes la impulsaron, quienes la idearon ya no están en el gobierno... No están Irene Montero o Ione Belarra... pero lo que permanece son sus efectos nocivos...
Hoy es otro día para echarse las manos a la cabeza porque el supremo, aplicando la “Ley del Sí es Sí”... ha rebajado 4 años la condena a un sujeto que en 2020 violó brutalmente a una chica de 22 años con discapacidad en Zaragoza... Estaba condenado a 13 años de prisión y se le han quedado en 9...
El tribunal considera que esta chica no era consciente para dar un consentimiento válido, fue una víctima fácil que al final necesito intervención quirúrgica por las hemorragias que le produjo el condenado y por supuesto ayuda psicológica...
Pero....al violador le tiene que aplicar la nueva ley y ésta norma le beneficia según reconoce el Supremo... de ahí la rebaja de condena...
Y yo me pregunto ¿qué puede pensar la víctima? ¿cómo se le queda el cuerpo a la familia de esta chica que fue violentamente agredida?... ¿a esto se le puede llamar justicia?...
Un sólo caso hubiera sido demasiado....... pero es que llevamos miles...
El ultimo dato es del mes de septiembre y ya había más de 1.200 reducciones de condena y más de 100 excacerlaciones... Te puedes imaginar que estos números, apunto de concluir el 2023, ya se quedan cortos...
Pero por muchos casos que vayamos conociendo, NO podemos acostumbrarnos sin más...
Son casos que NO pueden acabar solapados por la costumbre o la reiteración... no deberíamos caer en conformarnos con decir “es lo mismo de siempre”...
Porque cada caso es distinto y cada reducción de pena al agresor supone a la vez una condena emocional para la victima y para sus familias... Y NO es ninguna inocentada aunque las consecuencias las paguen los inocentes



