

No me deja de sorprender las casualidades que tiene la vida. Mañana se juega la Final de la Copa del Rey entre el Athletic de Bilbao y el Mallorca. Es la gran fiesta del fútbol español en un partido que arranca a las 10 de la noche y que vas a poder seguir en Tiempo de Juego.
El escenario es el estadio de la Cartuja de Sevilla, un estadio que justo en este momento es noticia por algo que no tiene que ver absolutamente nada con la final de cope, sino con la investigación de la Guardia Civil por una presunta corrupción en el seno de la Federación Española de Futbol.
Una de las cosas que se mira con lupa son las obras que se hicieron en este estadio de la Cartuja, precisamente para adecuarlo a finales como la de mañana. Se investiga si esas obras sirvieron para desviar dinero de la Federación mediante chanchullos millonarios.
El Fútbol tiene muchas caras y hoy estamos viendo coincidir dos de ellas. Una es la original, la buena, la de la pasión en las gradas, la del juego, los cánticos, la fiesta y la felicidad que transmite este deporte. Ahora mismo, miles de aficionados del Athletic y miles del Mallorca se están metiendo casi mil kilómetros para ver este partido.
Fíjate que uno en esta vida puede cambiar de trabajo, de ciudad, de pareja, pero, ¿Cambiar de equipo de fútbol? Eso es casi imposible. Para muchos, ser de un equipo u otro es una cuestión familiar, casi genética, como el que nace con los ojos azules. Se morirá con ellos del mismo color. Pues con tu equipo pasa algo parecido.
Te puede gustar o no el fútbol, puedes entender o no, que alguien se gaste un dineral para ir en 24 horas a ver un partido, pero es esta pasión la que hace grande a este deporte y también lo que lo convierte en auténtico negocio de miles de millones de euros, y claro, donde se maneja mucho dinero también hay gente dispuesta a llevarse tajada.
Al final, el aficionado es la piedra angular de todo y está por encima de cualquier corruptela. Cuando estén en el estadio de la Cartuja, lo normal es pensar en lo que ocurre en el terreno de juego, si fue fuera de juego o si hay un jugador que debió ser expulsado. Nadie irá a la cartuja pensando en ver las obras que investiga la Guardia Civil.
Ahora bien, que lo principal sea lo que ocurre en el terreno de juego, no quiere decir que a la gente le dé lo mismo lo que pase fuera, porque si el fútbol es pasión para millones de personas, entonces el fútbol es un asunto social importante, para lo bueno y para lo malo como es una investigación judicial.
Dicho de otra manera, “Al futbol se juega, pero con el fútbol no se juega”.