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Este sonido se recogió hace hoy justo 5 años, el 17 de abril de 2017. Diez minutos antes de las 5 de la tarde el terrorista Younnes Abuyakub, de 22 años, enfiló las Ramblas de Barcelona, a esa hora abarrotada de gente paseando con total tranquilidad.

El terrorista pisó a fondo el acelerador de la furgoneta alquilada y durante 45 segundos condujo en zig zag unos 530 metros hasta que el vehículo se detuvo sobre un mosaico de Miró dejando un rastro de centenares de heridos y 13 fallecidos, entre ellos 2 niños de 3 y 7 años.

Era la reacción a la desesperada de una célula terrorista que tenía planeado atentar contra la Sagrada Familia y cuyos planes se truncaron al estallar, horas antes, los explosivos que habían fabricado en un chalé de la localidad tarraconense de Alcanar.

Ese odio improvisado, pero mortal, condujo al resto de la célula terrorista a Cambrils, en Tarragona, donde ya de noche pretendían atentar en el puerto con hachas y cuchillos. Los 5 terroristas fueron abatidos por la policía, pero antes habían arrollado a 7 personas y habían asesinado a otras dos. Un ciudadano más, Pau Pérez, de 34 años, perdió la vida cuando el terrorista de las Ramblas le apuñaló para arrebatarle su coche en plena huida. Finalmente, el yihadista fue abatido en Subirats, 4 días después de cometer el atentado.

Ya han pasado 5 años. El juicio acabó reconociendo hasta 350 víctimas de 34 nacionalidades diferentes por heridas físicas y daños psicológicos. Sin embargo, 250 de ellas todavía no han sido localizadas para comunicarles que la sentencia les ha reconocido como tal.

Una sentencia que también condenó a tres miembros de la célula de Alcanar, ninguno por asesinato sino por pertenencia a organización terrorista y tenencia de explosivos.

En Barcelona, 5 años después, los claveles blancos depositados por los familiares en los bolardos huecos que hoy bordean el mosaico de Miró han completado el acto de recuerdo en Las Ramblas.

5 años después este homenaje tampoco ha podido despojarse de la polémica política de quienes, desde el independentismo más radical, airean que estos atentados fueron consentidos desde el Estado. A la hora de gritar la consigna política de turno ni siquiera se ha respetado el silencio que exigía el homenaje.

Poco más hay que añadir a lo que dice esta mujer. Sencillamente hoy no toca dar protagonismo a quien no lo tiene. 5 años después, se recuerda a las víctimas, según la propia sentencia de la Audiencia Nacional, “las grandes olvidadas de los atentados”.