Como era de esperar, la sentencia más esperada de la historia de la democracia no ha tenido una respuesta unánime. Los independentistas sólo habrían celebrado la absolución y ven en las condenas por sedición una afrenta para sus intereses. En el otro lado, los que apostaban por las penas más altas, por el delito de rebelión, entienden que han ganado los que intentaron dar un golpe contra la democracia.

Te lo venimos contando desde las 9. El Supremo condena a 13 años de cárcel a Oriol Junqueras. Es la pena más alta de todos los procesados. También por un delito de SEDICIÓN, Carmen Forcadell, los Jordis y los cinco ex consejeros de la Generalitat procesados cumplirán penas de entre 9 y 12 años de cárcel.

Cuál es el criterio para condenarles por sedición y no por rebelión. El Supremo prueba que hubo episodios de violencia pero que fueron abortados. De este modo, descarta la tesis de la Fiscalía, que apoyaba la rebelión, y se decantan por la sedición, el criterio cambiante de la Abogacía del Estado. Cambiante cuando Pedro Sánchez llegó a la Moncloa.

Podríamos hacer el juego a los separatistas y asegurar que la sentencia avala la tesis del Gobierno. Pero aunque haya coincidido, el fallo es fruto de un juicio transparente y con el máximo rigor jurídico. ¿Que hay que cambiar la ley? Pues es el debate que hay que poner sobre la mesa. Fundamentalmente, porque ahora entra en juego la legislación penitenciaria que, como se ha avanzado ya, deja demasiado margen para los condenados. Y esa será la gran victoria de los que en ningún momento han atendido a lo que dictaba la ley. No se puede dejar en manos de la política, en manos de Torra y la Generalitat la inminente salida de prisión de los presos condenados.

Hablamos de un tercer grado encubierto y un castigo por rebelión y no por sedición, habría cerrado esa opción. Consciente de este extremo, el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha garantizado esta mañana el cumplimiento íntegro de las penas: “Como corresponde a un estado social y democrático de derecho como el español, el acatamiento significa su íntegro cumplimiento”.

Cumplimiento íntegro. Cuando se comience a conceder el tercer grado a los condenados habrá que recordar estas palabras a Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno pide unidad y esta tarde llamará por teléfono a Pablo Casado, a Albert Rivera y a Pablo Iglesias.